Dos de los detenidos, este jueves, en Vía Alemania. | Alejandro Sepúlveda

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Los 19 detenidos en la operación antidroga de la Soledat y Marratxí han pasado a disposición judicial este jueves por la tarde en los juzgados de Vía Alemania de Palma. Los arrestados han sido trasladados en varios furgones de la Policía Nacional para que declaren ante la titular del juzgado de Instrucción número 6, que se encuentra en funciones de guardia.

Los agentes dan por desarticuladas dos organizaciones dedicadas al tráfico de drogas en Palma y la Part Forana con la detención de 19 personas, 15 hombres y cuatro mujeres de origen español, colombiano y turco. En total practicaron nueve registros domiciliarios en Palma y Marratxí en los que se incautaron de más de 800 gramos de cocaína rosa, conocida como tusi, más de 750 gramos de cocaína, así como diferentes cantidades de ketamina, marihuana y hachís. También requisaron cerca de 90.000 euros procedentes de la venta de droga.

Uno de los puntos de venta de droga, «el más activo de Mallorca», según informa la Jefatura Superior de Policía, estaba situado en la calle Randa de la Soledad. Tenía una puerta de hierro reforzada para dificultar el acceso y contaba con un sofisticado sistema de videovigilancia con cuatro cámaras de seguridad para controlar el lugar.

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Las imágenes que registraban las podían ver los narcos en el interior del local a través de dos monitores. Los Grupos I y II de Estupefacientes de la UDYCO de la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local, han llevado a cabo la bautizada como operación Norma/Caterva, que se ha desarrollado en varias fases.

Los investigadores han desmantelado un laboratorio de elaboración de cocaína rosa, o tusi, una sustancia que presenta una gran peligrosidad al estar formada por la mezcla de varias sustancias estupefacientes como el mdma y la ketamina. Durante la operación antidroga localizaron una guardería en la que almacenaban la droga. Allí encontraron las cinco armas de fuego en perfecto estado y con una cantidad importante de munición.

Los policías detuvieron en el punto de venta a sus responsables y a los aguaderos, que se colocaban en las proximidades y realizaban funciones de vigilancia y de atención a los consumidores. Uno de los detenidos introdujo en un bidón de hierro dinero, una báscula y droga y le prendió fuego, lo que provocó una gran humareda y el hombre resultó intoxicado. La actuación de los agentes fue trascendental para evitar que su vida corriera peligro por falta de oxígeno.