La mujer, defendida por el abogado Javier Llop, durante un juicio anterior celebrado en Palma. | G.E.

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Una mujer que se hizo pasar por su madre para estafarle 10.300 euros ha sido condenada a tres años de cárcel. La acusada, una exprofesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB), se apropió el dinero de las pensiones que recibía la víctima. El martes pasado se declaró culpable en el juicio celebrado en Palma de delitos continuados de estafa, falsedad en documento mercantil, público y oficial y usurpación de estado civil. La mujer, de 67 años, no ingresará en prisión.

La jueza de lo Penal número 4 de la ciudad ha impuesto sendas penas de un año y cuatro meses de cárcel a otras dos mujeres que participaron en las operaciones bancarias y notariales. Las tres procesadas deberán indemnizar a la víctima con 14.303 euros por el dinero que se apropiaron y los daños morales ocasionados. Los hechos se remontan al año 2017, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. La mujer que estafó a su madre organizó una serie de actos, junto a sus dos amigas, aprovechando que la víctima, de 90 años, se encontraba delicada de salud y en una residencia de ancianos.

Entre el 24 de octubre de 2017 y el 17 de abril de 2018, utilizó un DNI original de su madre que previamente le había sustraído para abrir una cuenta corriente a nombre de ambas en Camprodon (Girona), donde reside la acusada. A esa cuenta desvió las pensiones de su madre y consiguió apoderarse de 8.362 euros. El 26 de octubre de 2017, haciéndose pasar por su madre, procedió a darle de baja en el padrón de Palma y de alta en el domicilio donde habitualmente residía la propia acusada. El 18 de noviembre de 2019, las tres acusadas se dirigieron a una notaría de Palma y una de ellas, que ha sido defendida por el letrado Josep Zaforteza, se disfrazó de la madre de la exprofesora de la UIB al ser de edad y aspecto físico similar. Las procesadas realizaron un poder general supuestamente otorgado por la víctima a favor de su hija.

Con ese poder, dos días después, se personaron en una entidad bancaria que tenía la perjudicada y tras utilizar su DNI e imitar su firma se apoderaron de 1.941 euros. En la notaría, junto a la mujer que se hizo pasar por su madre, también puso a su nombre todas las propiedades de la víctima. La principal acusada, defendida por el abogado Javier Llop, se enfrentaba a una petición inicial de la Fiscalía de nueve años de cárcel y 10.300 euros de indemnización. La acusación particular solicitaba la misma pena de prisión y 47.000 euros. El martes, en el juicio, las partes llegaron a un acuerdo y rebajaron sus peticiones.