Imagen actual de la antigua cárcel de Palma. | Alejandro Sepúlveda -

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La antigua cárcel de Palma, lejos de todos los proyectos previstos, ha terminado por convertirse en un gran foco de problemas. La delincuencia en la zona está a la orden del día y las intervenciones policiales se repiten. Peleas entre okupas, incendios, robos o el consumo y venta de sustancias estupefacientes son tan solo algunos de los problemas más habituales.

Basta con dar una pequeña vuelta por esta antigua prisión para observar indicios que apuntan a una serie de actividades fuera de la legalidad. En la parte trasera, que da a un parque de Cas Capiscol, se pueden encontrar varios coches ahora abandonados y prácticamente desguazados. Algunos presentan signos de haber sido forzados. También llama la atención un bolso vacío tirado en el suelo del que solo ha quedado un fajo de llaves.

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Unas sospechas que quedan confirmadas tras consultar el tema con fuentes policiales las cuales aseguran que desde hace tiempo son recurrentes las intervenciones en la antigua cárcel de Palma y en los alrededores. Una de las últimas, en esta caso de la Policía Nacional, fue para detener a un peligroso maltratador. El arresto llegó días después de que el individuo se arrancara durante un permiso carcelario la tobillera de control haciendo saltar todas las alarmas. La Brigada de Seguridad Ciudadana destinó más de veinte efectivos policiales para proteger día y noche a la presunta víctima que se encontraba viviendo dentro de la abandonada cárcel. Sin embargo, resultó que el maltratador estaba oculto con la víctima en el interior de la misma. El presidiario fugado es un viejo conocido de la policía que hace cuatro años intentó atropellar a varios agentes.

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Existen otros episodios graves de delincuencia relativos a este punto. En 2021 una mujer fue condenada a casi cuatro años de prisión por apuñalar a su novio en el interior de la antigua cárcel. «He urdido un plan para matar a mi pareja», manifestó durante su detención. Le clavó un cuchillo de 19 centímetros de hoja durante una riña. También en 2021 la Audiencia de Palma condenó a un hombre por provocar un incendio mientras varios okupas dormían el el interior. Actuó por venganza debido a que ninguno de los ocupantes de la cárcel vieja le acogió esa noche ni le permitió pernoctar en el lugar. Fue condenado a cinco años y medio. En enero del mismo año, una mujer fue detenida allí por intentar quemar a su exnovio mientras dormía.