El sospechoso, de nacionalidad española, fue detenido por el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil el pasado martes como presunto autor de la muerte de la víctima, una mujer de 25 años y origen colombiano. La víctima apareció flotando a primera hora de la mañana del 14 de agosto junto a un velero que estaba amarrado frente a los molinos de Es Jonquet. Los agentes, después de meses de investigación, han descubierto que el hombre la conoció la noche anterior en un Punt de Joc, donde consumieron alcohol, y después se dirigieron al pantalán. Dos horas después, el ahora detenido salió solo del amarre número 99.
Una cámara grabó al hombre saliendode solo de la plataforma de los barcos, hablando por teléfono, y al cabo de poco tiempo llegaron varios familiares al lugar. Al mediodía, una pareja de turistas británicos que paseaba por el Paseo Marítimo observó un bulto flotando debajo de un velero. Era el cadáver de la mujer colombiana y hasta ese punto se desplazaron agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local, aunque finalmente es la Benemérita la que se hizo cargo de la investigación porque apareció en el mar.
Durante todos estos meses, los investigadores han tratado de «limpiar» las imágenes, que no eran de demasiada calidad, hasta que los potentes ordenadores de la Guardia Civil de Madrid han aportado luz y han desvelado la identidad del principal sospechoso.
El caso ha presentado la dificultad añadida de que, en un principio, se pensó que se trataba de un suicidio. La madre de la chica negó de forma categórica esta posibilidad y después, con los resultados de la autopsia, planeó la sombra de un homicidio. Además, el cuerpo fue incinerado, lo que ha ralentizado las pesquisas policiales.
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