El legionario mallorquín Alejandro Jiménez Cruz.

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Saúl Guil Pérez, el sargento que mató de un disparo de fusil a un legionario mallorquín en Alicante, ha sido condenado a tres años y diez meses de cárcel. El Tribunal Territorial Militar Segundo, con sede en Sevilla, le obliga a indemnizar a la familia de la víctima con 208.294 euros. Los jueces absuelven a los otros siete militares acusados por la muerte del joven.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, considera probado que los hechos se produjeron el 25 de marzo de 2019 en el campo de tiro y maniobras de Agost, en Alicante. El sargento Saúl Guil Pérez, durante unos ejercicios, gritó «enemigo al frente, fuego al faldón de la montaña blanco a las doce».

El legionario Jiménez Cruz se subió a la cresta de la montaña e hizo fuego al frente desde la posición de cuerpo a tierra. El sargento efectuó al menos siete disparos a través del fusil HK G36, de derecha a izquierda. Uno de los disparos efectuados por el militar, que se encontraba detrás del pelotón, a unos 15 metros de la víctima, alcanzó al legionario mallorquín y le causó la muerte.

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El capitán Antonio Cabello organizó una reunión y explicó a los militares que acudieron que había sido un accidente causado por un rebote y que asumía en exclusiva la responsabilidad de lo sucedido. Cabello les indicó que declararan ante la Guardia Civil que se encontraba presente en el campo de tiro. Al día siguiente, sobre las 7.00 horas, fueron al campo de tiro para llevar a cabo una reconstrucción de lo sucedido antes de que llegaran los investigadores de la Benemérita.

El capitán manifestó a sus compañeros: «A mí me va a caer un puro muy grande; yo ya sé que dentro de tres meses me voy a ir de la compañía y me mandarán a alguna oficina. Vosotros no sois culpables de esto; ha sido un accidente, estoy seguro de que ha sido un rebote y no un tiro tenso. Y no voy a permitir que nadie os inculpe y os destroce la vida».

El padre del legionario dice que la sentencia es «una vergüenza»


Juan José Jiménez, el padre del legionario mallorquín, ha comentado que la sentencia le parece «una vergüenza» y «una tomadura de pelo» y ha anunciado que la van a recurrir. La familia solicitaba una condena de 34 años de prisión para el autor del disparo que acabó con la vida de Alejandro Jiménez.

El hombre ha lamentado que hayan absuelto al resto de acusados. «¿Ni un día de prisión le cae al capitán por mandar mentir?, ¿por romper el precinto policial? ¡Él mismo lo reconoció ante el tribunal!. Iré al Supremo porque esto insulta y mancha el recuerdo de mi hijo».