Imagen de los vehículos calcinados, durante la pasada madrugada en Porreres. | Alejandro Sepúlveda

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La Guardia Civil del cuartel de Vilafranca ha detenido a un pirómano de 23 años, español de origen marroquí, que supuestamente ha pegado fuego esta madrugada a trece coches que estaban aparcados en calles de Porreres. La fachada de un edificio también ha resultado calcinada.

Poco antes de las tres de la madrugada se dio la voz de alarma porque un turismo estaba envuelto en llamas y poco después, en distintos puntos de la localidad, comenzaron a quemarse otros. Todo apuntaba, pues, a que se trataba de un incendiario que estaba causando el caos en Porreres, por lo que la Guardia Civil montó un gran dispositivo de emergencia, apoyados por bomberos y policías locales.

Algunos de los coches eran de reciente matriculación y los vecinos, desolados, han bajado a la calle y han mostrado su indignación, una vez que ha quedado claro que se trataba de un acto vandálico. Hasta el amanecer, se han prolongado las tareas de extinción y ahora mismo las brigadas municipales intentan reparar los daños en el mobiliario urbano.

Los investigadores creen que el pirómano, que es vecino del pueblo, ha utilizado algún tipo de acelerante para pegar fuego a los automóviles. Los daños daños podrían superar los 70.000 euros, según han informado en fuentes policiales. Muchos coches han quedado en estado de siniestro total.