Droga incautada en el interior de la vivienda. | R.S.

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Cansada de que su pareja se dedicara a cultivar y traficar con droga delante de su hijo pequeño, la mujer dijo basta y le prohibió la entrada en la vivienda. Es más, el marido acabó detenido por tráfico de drogas. El pasado domingo, agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de un español, de 31 años, por un delito contra la salud pública. Los hechos ocurrieron en torno a las 20 horas en un domicilio de la calle Marquès de Fontsanta de Palma. El ahora detenido llamó a la sala del 091 para informar que se encontraba en compañía de su hijo pequeño en la puerta de la vivienda y que su pareja no le dejaba entrar.

Cuando llegaron los agentes y observaron la situación decidieron tocar ellos a la puerta sin tener contestación alguna por parte de la moradora de la casa. Los policías decidieron al objeto de comprobar su estado llamar a los Bombers de Palma para que efectuaran la apertura de la puerta. Una vez que los bomberos estaban trabajando y consiguieron quitar la llave de la cerradura por la parte interna, la mujer abrió la puerta. Los funcionarios policiales detectaron al momento que se trataba de una mujer muy nerviosa, alterada y afectada por lo que se solicitó la presencia de una ambulancia del SAMU-061 para que la atendieran y realizarán una primera valoración de su estado.

Tras toda esta situación, la mujer informó a los policías que su marido es un traficante de drogas y que lo hace delante de su hijo menor. Por ese motivo, decidió sacarle sus cosas a la calle. En ese momento, se localizó una importante cantidad de sustancias estupefacientes en diversos envases, báscula de precisión, dinero en efectivo proveniente de la venta y otros enseres, además de realizar un cacheo a la pertenencias y vehículo del sospechoso. Acto seguido, se procedió a su detención por un delito de tráfico de drogas.