Policía Nacional en el lugar del hallazgo del cadáver en avanzado estado de descomposión. | Alejandro Sepúlveda

TW
6

Caso cerrado. El hombre cuyo cadáver fue localizado en avanzado estado de descomposición entre la maleza, en unos terrenos donde se tenían que realizar unas obras en Cala Major, en Palma, murió de forma violenta, según los datos de la autopsia en poder de los investigadores. La muerte se produjo, sin embargo, de forma accidental y queda totalmente descartada la mano criminal o implicación de terceras personas. El cuerpo sin vida, localizado a primera hora del pasado 9 de marzo de 2022, corresponde a un súbdito de nacionalidad nigeriana que permanecía en paradero desconocido desde el año 2019.

El macabro hallazgo parece ser que se produjo de forma casual por parte de algunos trabajadores que rápidamente pusieron los hechos en conocimiento de la centralita telefónica del 091. Acto seguido, la central policial envió a varias patrullas al lugar del suceso. Los agentes confirmaron que se trataba de un cuerpo sin vida, descompuesto, y el caso pasó a manos del Grupo de Homicidios. Según las primeras valoraciones forenses, todo indicaba que el cadáver llevaba en la zona más de quince años. Finalmente, los resultados de la autopsia demostraron que esa información inicial no era correcta. El cadáver llevaba en ese punto unos cuatro años, una fecha que se pudo comprobar porque coincidía con una denuncia presentada por desaparición de un residente de Palma de nacionalidad nigeriana. Desde un principio todo apuntaba a que la víctima era un varón. Con suma rapidez, agentes de la Policía Científica se sumaron a la investigación y trabajaron de forma conjunta con sus compañeros del Grupo de Homicidios y los forenses de los juzgados que practicaron una primera autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Palma.

Gracias al trabajo conjunto fueron realizando nuevas pruebas y análisis del esqueleto para determinar la edad y sexo. Además, se extrajeron muestras de ADN y se cotejaron con la base de datos de personas desaparecidas. Casi un año después, la Policía Nacional confirma que se trata de un trabajador de nacionalidad nigeriana que, supuestamente, sufrió una caída accidental y falleció. La humedad y que el cadáver estuvo años entre la maleza fueron los causantes del error de cálculo inicial.