Los dos detenidos, en el centro de la foto, fueron enviados a prisión sin fianza. | Pere Bota

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A la cárcel. La jueza de Instrucción 6 en funciones de guardia, en torno a las 21 horas del Jueves Santo, ordenó el ingreso en prisión sin fianza para los dos de los siete detenidos que fueron puestos a disposición judicial por su participación en la batalla campal entre dos grupos ocurrida la noche del lunes en Sant Joan. Tres de los arrestados ya habían quedado libres sin pisar el juzgado mientras que los otros dos restantes continúan ingresados en Son Espases y serán interrogados allí.

Según confirmación oficial por parte de la Policía Nacional, cinco hombres accedieron el lunes por la noche a una finca en Sant Joan con la intención de robar una plantación de marihuana y droga preparada para su distribución. Estos fueron sorprendidos por los moradores y en ese momento se inició una brutal pelea entre los ladrones y los inquilinos, que acabó con seis de ellos con lesiones graves, algunas de ellas provocadas por un hacha. En su auto de ingreso en prisión, la magistrada destaca que en el interior del recinto había una plantación de 700 plantas cuyo valor en el mercado supera los 190.000 euros. Todo ello, al margen de todo el material de cultivo y útiles para el mantenimiento. También apunta la jueza que hay una investigación abierta por tenencia ilícita de armas, lesiones y homicidio.

En las inmediaciones de los juzgados de Vía Alemania se concentraron decenas de familiares y amigos de los implicados en la brutal pelea. Esto obligó a desplegar un importante dispositivo policial para evitar incidentes. Nada más conocerse la decisión de la jueza de enviar a prisión a los acusados la desolación se apoderó del grupo de asistentes. Los detenidos fueron aclamados a la salida del furgón policial que les condujo a prisión.

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Las víctimas fueron en vehículos particulares hasta el hospital de Son Llàtzer. Los sanitarios alertaron a la Policía Nacional de que habían llegado seis personas con lesiones de arma blanca y otras heridas. Dos de ellas se encontraban graves y fueron trasladadas a Son Espases, donde fueron operadas de urgencia poco después. A pesar del gran hermetismo policial sobre el caso, Ultima Hora pudo saber que una cámara de seguridad grabó toda la escena del asalto y el resultado de la brutal agresión a uno de los heridos.

Los seis lesionados quedaron arrestados. Horas más tarde, y tras las pesquisas del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, se produjo la séptima detención. Durante los registros efectuados por los agentes en la finca donde se desarrolló la riña se hallaron 700 plantas de marihuana, una pistola con silenciador y una navaja.

Lo más curioso del caso es que las víctimas, a pesar de estar a punto de morir algunas de ellas, han llegado a ofrecer hasta cuatro declaraciones diferentes sobre los hechos. Las mismas van desde que se cayeron por unas escaleras, que tuvieron un accidente de patinete, una riña familiar por un tema de una boda gitana o una disputa por una pelea de gallos. Evidentemente, los investigadores son plenamente conscientes de que muchos de ellos están mintiendo y que ambas partes tratan de solucionar sus diferencias sin denunciar a nadie.