El Cavalli tenía un decreto de cierre previo a que 'El Ico' se hiciera con él mediante un traspaso. Más tarde fue precintado otra vez por exceder los niveles de ruido. El testigo asegura que acudió al Ajuntament junto con la persona que se lo había traspasado. Fueron al departamento de actividades: «Le di los 5.000 euros al señor este, al que daba las licencias y el que era el dueño de la discoteca me dijo que podía abrir perfectamente». Retiró el precinto tras pagar la sanción pero admite que no hizo ninguna obra ni intervención para solucionar las deficiencias. «Un chico que tenía arriba me dijo que habían subido los municipales y me habían puesto un sonómetro aunque estaba todo perfecto». La nueva medición volvió a acreditar que superaba los niveles de ruido permitidos y el local fue cerrado definitivamente. «Había que hacerse una obra y tapar no se qué», admitió. «Yo no sabía que estaba mal insonorizado. Qué voy a saber yo de insonorización si no se qué es un arquitecto. A mí cuando me lo dan, me lo dieron con todas las garantías del mundo».
A preguntas de una abogada defensora, señaló el cliente de esta: «Es uno de los que venía a la discoteca a controlar, a pegar mordiditas de los aforos. Si entraban cien personas más era para los municipales. Ellos venían con un tiquetero, para contar y si metía a más eran para ellos». El tribunal le pidió aclaraciones y señaló que pagaba a policías para poder incumplir aforos, si bien no pudo identificar a quiénes: «Me lío con los apellidos».
El testigo, imputado por falso testimonio en el TSJIB negó que durante la instrucción le dijeran a qué policías tenía que señalar. Antes que el hijo de 'La Paca' testificó un agente de la Policía Local que señaló que desaparecían actas que levantaba en Platja de Palma contra tiqueteros del Grupo Cursach. Es el segundo agente que declara en este mismo sentido: levantaban las sanciones y las depositaban en un cajetín en dependencias policiales. De allí desaparecían. Sin embargo, afirma que no pude señalar a ninguna persona por llevárselas más allá de suposiciones.
Otra testigo, también agente de la Policía Local, negó que los controles contra botellones se hicieran para beneficiar de forma específica a Cursach. «Se hacían en las zonas en las que había más gente», justificó en referencia a determinadas zonas de la Platja de Palma". La cuarta persona que compareció, desmintió a una de las acusaciones particulares. Era clienta de uno de los establecimientos que reclama cientos de miles de euros en el juicio, sa Trobada. El dueño de este bar declaró que esta mujer, cliente del establecimiento le fue a ver durante un control policial y le dijo que un agente le había manifestado que podían poner droga en el local para clausurarlo. La testigo afirma no haber estado nunca en ese local durante una inspección policial.
16 comentarios
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Y este delincuente es un testigo? En serio los jueces van a confiar en su palabra? Apaga y vámonos!!
TortugSerá CorrupteMallorca a las claras!!!
Paquito, has hecho muchas más cosas aparte de vender. Cállate ya la boca de una p.. vez, que cada vez que la abres sube el pan y la gasofa.
Hay que ver cómo se ríe de todo el mundo
Aquests personatges existeixen i se creixen perquè les autoridadutxes ho permeten. És a dir: CorruptespaÑa a les clares. Si no aquí apenes hauria tràfic de drogues. Hi ha perquè mou centenars de milions (per no dir milers) i això és "gràcies" a sa xuma corrompuda de ses autoridadutxes; des de sa judicatura, passant per comandaments policials, fins a simples polis rasos corruptes.
Lo triste son las personas que han estado en prisión por el testimonio de esta persona. Ojo, discoteca traspasada con una orden de cierre. Entre los que se pensaban los mejores juristas junto a este ser, gente inocente ha ido a prisión y ya te pueden indemnizar que la depresión no te la quita nadie.
Pero recuerda....tus impuestos son para sanidad y 3ducacion
Y su madre, la Paca cobrando una pensión....hay una sociedad más imbécil que está?
Vale. sera lo que sea pero, de momento es el único que de momento n tiene amnesia, afirma las obviedades y acepta sus "errores" en sus locales. Triste, muy triste.
La foto de ese sujeto saliendo con una risa de oreja a oreja y puño en alto es el claro ejemplo de lo que se ha convertido Mallorca