El acusado, español de 48 años, no se presentó a la vista este miércoles y se ordenó su busca y captura.    | Alejandro Sepúlveda -

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A las 12.15 horas de este miércoles una agente judicial salió al pasillo y lo llamó para entrar en la sala. Nadie respondió. El acusado decidió no presentarse al juicio, previsto en una sala de lo Penal de Vía Alemania, en Palma. Y la jueza, tras la petición de la Fiscalía, ordenó su busca y captura por no acudir a la vista. Se enfrenta a una pena de cuatro años y tres meses de prisión por estafar más de 8.000 euros a una mujer, con la que empezó a tener relación a través de Facebook, tras hacerla creer que eran pareja sentimental. No era su primera víctima. Es el ‘estafador del amor’ de Mallorca. Las instalaciones de los juzgados de la capital balear no son desconocidas para él. Acumula 14 condenas desde principios de 2015. Y se enfrenta, que se sepa, a la decimoquinta por unos hechos que tuvieron lugar entre abril y junio de 2021.

Según el relato del Ministerio Fiscal, el imputado, español de 48 años, empezó a tener contacto con la perjudicada a través de las redes sociales. Ambos se conocían desde hacía años. En un momento dado él le hizo creer a ella que iniciaban una relación sentimental y que iba a ser duradera. Bajo ese pretexto le convenció para que le entregara una foto del DNI, del carnet de conducir, una tarjeta de débito de un entidad bancaria y una de crédito de un centro comercial. Con todos esos documentos le estafó 8.886,41 euros en unas pocas semanas.

Alquiló coches en Palma a nombre de la víctima, tuvo accidentes con ellos y hasta fue multado. Dichos importes fueron abonados por la mujer. También le hizo una transferencia de 2.550 euros para que él se comprara dos móviles en un gran almacén de la capital balear. Le dijo, a sabiendas de que era mentira, que no había recibido nada y ella acabó pagándole con su tarjeta los terminales, de última generación. Al ‘botín’ del ‘estafador del amor’ hay que sumarle un reloj de 400 euros y otro móvil, este de 699. Y por en medio, mentiras y más mentiras con un solo objetivo: el beneficio económico.