La mujer abandona los juzgados de Vía Alemana con su maleta tras quedar en libertad.    | Guillermo Esteban

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La Policía Nacional ha detenido a una mujer, de 35 años de edad y nacionalidad portuguesa, por propinar un mordisco en la espalda a su novio tras una discusión en el coche en el aparcamiento de un hotel de Son Vida. Los hechos ocurrieron en torno a las 11.30 horas del pasado jueves, según informaron ayer fuentes judiciales a este periódico. La pareja se encontraba pasando unos días de vacaciones en un hotel de cinco estrellas situado en Son Vida. El hombre, según las mismas fuentes, se quería marchar del lujoso establecimiento hotelero con la cartera y las llaves de la mujer, que trató de impedirlo y se subió al asiento del copiloto del Fiat 500 que habían alquilado.

La víctima explicó a los agentes de la Policía Nacional que, una vez en el interior del coche, empezaron a discutir y ella no le dejaba salir del vehículo. En el transcurso de la riña, la mujer aprovechó que su novio intentó abandonar el coche para darle un mordisco en la zona lumbar. Los gritos de la pareja desde el interior del turismo alertaron a un jardinero del hotel que avisó enseguida a la Policía Nacional. Los agentes se desplazaron con urgencia y se entrevistaron con el jardinero y la pareja. El perjudicado les mostró el mordisco que le había dado su novia y los agentes decidieron detenerla por un presunto delito de lesiones.

Antecedentes

La mujer grabó con su teléfono móvil un vídeo del hombre marchándose con sus pertenencias, pero no le sirvió para evitar su arresto. Los agentes que se hicieron cargo de la investigación de lo sucedido averiguaron que la pareja tiene un procedimiento abierto en Portugal, donde reside, porque la mujer denunció al hombre por haberle fracturado la muñeca hace aproximadamente nueve meses.

La ahora detenida fue conducida este viernes por la Policía Nacional a los juzgados de Vía Alemania. La jueza de Instrucción número 2 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, la dejó en libertad después de que la mujer, asistida por el abogado Andreu Froilán, se acogiera a su derecho de no declarar. La víctima del mordisco decidió no interponer denuncia contra su pareja, que salió del juzgado con la maleta de viaje.