La acusada, en un juzgado de lo Penal de Palma.    | Juan P. Martínez

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«Me vais comer toda la pepitilla, hijos de puta. No sabéis quién soy yo. Tengo más de 50 detenciones y me la pela». Así recibió la acusada a una patrulla de la Policía Nacional en un bar de Palma cuando el propietario avisó al 091 por el estado agresivo y la actitud molesta de la mujer. La procesada, de nacionalidad española y 42 años, se declaró culpable de un delito de resistencia y aceptó el pago de una multa de 2.250 euros.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20.00 horas del pasado 26 de febrero en un bar de la zona de Pere Garau. La procesada se encontraba en el interior y comenzó a molestar a los clientes. El propietario intentó que abandonase el establecimiento, pero lejos de conseguir su propósito ocurrió todo lo contrario. La mujer empezó a comportarse de manera agresiva con las personas que allí había.

Ante ese escenario, al dueño del bar no le quedó otra que avisar al 091, que de inmediato comisionó a un patrulla. Los agentes acudieron al lugar y le pidieron a la mujer que se marchara de allí. En ese momento la imputada, con menosprecio a la autoridad, siguió sin querer abandonar el bar. Cuando los funcionarios le avisaron de que estaba incurriendo en un posible delito, la procesada les respondió de manera despectiva. «Me vais comer toda la pepitilla, hijos de puta. No sabéis quién soy yo. Tengo más de 50 detenciones y me la pela», les dijo, al mismo tiempo que se acercó a ellos haciendo aspavientos y poniéndose a escasos centímetros de la cara de los agentes. El caso omiso a las órdenes de los policías duró unos 30 minutos.

Inicialmente la Fiscalía solicitaba para la procesada, defendida por la abogada Neus Canyelles, un año de prisión. Tras el acuerdo de conformidad entre las partes antes de celebrarse la vista, la magistrada del Penal número 2 de Palma dictó sentencia ‘in voce’.