Dos de los detenidos, custodiados por agentes de la Policía Nacional, ayer en los juzgados de Vía Alemania, en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Los graznidos de los guacamayos se pueden escuchar a largas distancias. Son aves que imitan el habla humana y tienen facilidad para aprender palabras. Cantan. El pasado mes de abril, un hombre, de 40 años y origen colombiano, fue detenido en el puerto de Palma cuando intentaba introducir en la Isla un alijo de 1,7 kilos de cocaína en un doble fondo de su coche. La Policía Nacional, tal y como adelantó Ultima Hora, lo detuvo e inició la ‘operación Guacamayo’. Tenían que hacerlo cantar.

Los agentes del Grupo de Crimen Organizado averiguaron que el hombre colaboraba con varios individuos para distribuir la droga en Mallorca y el martes pasado arrestaron a un grupo formado por 12 personas de origen colombiano tras intervenir tres kilos y medio de cocaína. Los policías desmantelaron dos laboratorios de cocaína e incautaron una plantación de marihuana con cerca de 200 plantas. Once de los 12 arrestados fueron puestos a disposición judicial ayer por la tarde en Vía Alemania. El titular del juzgado de Instrucción número 1 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión de ocho de los detenidos.

Los agentes irrumpieron el pasado martes de forma simultánea en diez domicilios repartidos por Son Ferriol, el polígono de Levante y también en los alrededores de la calle Aragón. Además de los tres kilos y medio de cocaína también decomisaron 60.000 euros en efectivo y ocho vehículos. En una vivienda hallaron más de tres kilos de sustancia de corte y pastillas de éxtasis. Ocho de los 12 narcotraficantes durmieron ayer entre rejas, enjaulados como un guacamayo.