Imagen del acto. | Michel's

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«Prohibido olvidar». Con esta premisa, plasmada en láminas de color blanco sobre fondo negro, arrancaba el acto de homenaje y recuerdo de Malén Ortiz, la joven vecina de Calvià, que desapareció en 2013 cuando tenía 15 años.

Un centenar de personas, entre las que se encontraba el alcalde de la localidad, Alfonso Rodríguez y varios ediles de la corporación municipal se concentraron ayer en sa Pinada de Santa Ponça. Bajo un sol de justicia, Natalia Rodríguez, madre de Malén y su abuela, leyeron un poema y, visiblemente emocionadas y con lágrimas en los ojos, pidieron a todos los asistentes que no olviden a Malén. Del mismo modo, todos los asistentes mostraron su indignación por el miserable intento fallido de una banda, ubicada en sudamérica, de intentar estafar a los familiares de la desaparecida.

Tal y como avanzó Ultima Hora, los hechos ocurrieron cuando la abuela de Malén, que vive en Mallorca, recibió un extraño mensaje de texto en su teléfono móvil: «Buenos días desde la distancia, te mando un abrazo. ¿Que se te pasa por la mente quién soy? Dime tres nombres». La señora, muy nerviosa, le contestó: «¡Malén, Malén, Malén!». A continuación, el estafador continuó con el engaño: «Pensé que ya no te acordarías de mí». Antes de que la abuela tuviera tiempo para digerir la información, el delincuente telefónico le comenzó a explicar que estaba en un aeropuerto extranjero, al parecer de Bolivia, y que no tenía dinero para coger un avión y volver a la Isla.

Apoyo incondicional

Los asistentes al acto no daban crédito a lo sucedido y mostraron su apoyo incondicional a los familiares. «¿Cómo se puede ser tan miserable de querer aprovecharse de la desesperación y dolor de una familia», comentaban los vecinos congregados. El alcalde también transmitió todo su afecto a la familia y amigos.

Se cumplen ahora ocho años y medio desde que la adolescente se bajó de un autobús en la rotonda de los Piratas, en Magaluf, y se dirigió caminando a Son Ferrer para ver a su novio. Todo indica que en ese tramo alguien de su confianza se paró y la invitó a subirse a su vehículo. El acto finalizó tal y como comenzó, con la premisa de que está «prohibido olvidar. Si es necesario me lo voy a tatuar», concluyó Natalia, madre de Malén.

Un centenar de personas se congregaron ayer, bajo un sol de justicia, en sa Pinada.    Fotos: MICHELS