Los agentes procedieron a la detención del hombre y la mujer, como presuntos autores de un delito de robo con violencia. | Pere Bota

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Robo y asalto en un conocido club de alterne de Palma. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a una pareja, de 60 y 41 años y nacionalidad colombiana, acusados de un delito de robo con violencia tras acceder en una vivienda y llevarse nueve teléfonos móviles.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, sobre las 20.00 horas, en la barriada de Bons Aires de Palma. Una llamada alertó a la sala del 091 de una entrada ilegal en un domicilio. A la llegada de las primeras unidades policiales, los agentes se entrevistaron con la mujer que se encontraba en el prostíbulo cuando sucedió el altercado. La víctima alegó que, instantes antes, estaba en casa y tocaron a la puerta. Al mirar por la mirilla comprobó que algo le impedía ver quién era, pero que al decir su nombre y tener un amigo que se llamaba igual decidió abrir. En ese instante, se encontró un hombre, quien es el padre de una amiga, y a una mujer (pareja del varón), empujando ambos a la chica y dando un fuerte golpe a la puerta. Acto seguido, entraron a la fuerza en el piso (club) exigiendo que le entregaran todos los teléfonos móviles, mientras el hombre la amenazaba con una paraguas que portaba en la mano.

La chica, por miedo, cedió a indicarles que los terminales estaban en el comedor, procediendo los ahora detenidos a entrar y llevarse los nueve terminales que había allí. También se llevaron otros aparatos electrónicos pertenecientes a varias de las mujeres que viven en esa casa de citas.

Los agentes se entrevistaron con diversas personas que se encontraban en el club en ese momento, indicando dónde se había ido la pareja. Los policías procedieron a su arresto. Las víctimas manifestaron a los agentes responsables del caso que el motivo del grave altercado era que una de las partes reclamaba una importante cantidad de dinero a los dueños del prostíbulo porque, meses antes, había trabajado allí una mujer sin percibir el sueldo pactado. Una vez que le reclamó el importe que le debía en diferentes ocasiones y hacer caso omiso a sus peticiones, decidieron entrar en el domicilio donde vivían las chicas y robarles los teléfonos móviles. Es decir, la herramienta del trabajo con la que las mujeres ejercen la prostitución y se anuncian en páginas web y aplicaciones de sexo. Acto seguido, se detuvo a la pareja.