Los jueces concluyen que los comentarios en la página de Google de la denunciante y los emails enviados por el procesado, que fue defendido por Iván García López, «no afectan» a la dignidad de su expareja. «Los correos enviados, ni por su contenido ni por el número, pueden considerarse aptos para forzar, con violencia o intimidad, la conducta de la denunciante», señalan los magistrados en su resolución.
Los hechos ocurrieron entre los meses de septiembre y noviembre de 2019, una vez finalizada la relación sentimental. El enjuiciado remitió correos electrónicos a su expareja en los que le exigía que le devolviera un dinero. No obtuvo contestación. El 11 de noviembre, ante la falta de respuesta y pago, le pidió que le retornara también la suma de 500 euros que le pagó por una muela y el ordenador de sobremesa. Ese email se lo envió además a la hermana de la denunciante, que le respondió que le devolvería el ordenador y que lo otro eran regalos. La mujer lo llamó «niñato» y «chulo» y él le contestó que eran «unas miserables».
El 18 de noviembre, el acusado escribió en la página profesional de Google de su expareja: «Sigo esperando que me devuelvas al menos el ordenador, a ver si al menos tienes un mínimo de decencia. Gracias». Y el día 25 volvió a publicar:«Devuelve lo que debes, al menos el ordenador». «No vamos a entrar en censurar el comportamiento de la denunciante, pero lo que carece de sentido es construir una conducta no deseada respecto del acusado cuando solo le exige el pago de una cantidad debida», zanja el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia.
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