Imagen de recurso de un agente de la Guardia Civil durante un arresto. | Guardia Civil

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Hay sucesos que parecen surrealistas, como el caso del ocurrido a principios de este mes de febrero en Alicante. Allí, la Guardia Civil ha detenido a un hombre, de 42 años, al que acusan de cortar media nariz a un joven de 20 años con una motosierra. La víctima ha sufrido una pérdida de sustancia nasal y ha precisado 15 puntos de sutura. El ahora detenido también amenazó de muerte a otro hombre con un arma simulada que se encontraba junto al herido en el interior de un vehículo, según ha informado el instituto armado en un comunicado. Al parecer, el hombre había sido víctima de robos en su negocio en diversas ocasiones, sospechó del coche en el que circulaban las víctimas y decidió «actuar por su cuenta».

Los hechos se produjeron el 3 de febrero, cuando dos hombres se encontraban en el interior de su vehículo circulando por un polígono industrial del municipio de San Isidro y vieron cómo otro coche les perseguía para, a continuación, cruzarse en mitad de la carretera, por lo que se vieron obligados a detener la marcha. El presunto autor de los hechos abandonó su vehículo y amenazó de muerte a ambos con una pistola, sacó de su maletero una motosierra eléctrica que introdujo en el interior por la ventana del copiloto y provocó con la herramienta diversos daños materiales. En el forcejeo con los dos ocupantes del vehículo, el detenido supuestamente cortó parcialmente la nariz a uno de ellos. Los agentes de la Guardia Civil de Dolores tuvieron conocimiento de la agresión ya que, mientras la patrulla de servicio realizaba sus funciones de vigilancia, observó cómo un grupo de personas se encontraba en la puerta de un negocio en la zona industrial de San Isidro.

La víctima, que se encontraba presente, puso en conocimiento a los agentes la agresión, que corroboraron que había recibido asistencia médica y le comunicaron que podía interponer denuncia por lo sucedido. Según las investigaciones de los agentes, el presunto agresor, que había sido víctima de robos en su negocio en diversas ocasiones, al ver «merodear» por la zona de su establecimiento el vehículo en el que se encontraban las víctimas, sospechó de ellos y «actuó por su cuenta». Tras realizar gestiones para localizarle, los agentes pudieron ubicar al acusado en la vivienda de un amigo en Rojales. El varón confesó los hechos a los agentes y colaboró en todo momento para la localización de las armas empleadas en el ataque, un arma simulada y una motosierra, que fueron intervenidas. El arrestado ha sido puesto a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción 2 de Orihuela, que ha decretado su libertad con cargos.