Momento de la detención del sospechoso en la barriada de Son Gotleu.

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Un presidiario fugado durante un permiso, y que tenía en jaque a la Policía Nacional porque estaba considerado de «riesgo extremo» porque quería atacar a su expareja, ha sido detenido después de días de intensa búsqueda. El pasado día 11 de enero se interpuso una denuncia en la Jefatura palmesana por parte de una mujer que contó terribles episodios de malos tratos de su expareja, que además la tenía amedrentada y ejercía un control absoluto sobre ella.

Días después, el día 17, se amplió la denuncia y la mujer contó que el joven, de 24 años y de nacionalidad española, había contactado con ella, quebrantando la orden de alejamiento que pesaba sobre él. El hombre disfrutaba de un permiso penitenciario y tras el incidente ya no regresó a la prisión. Los agentes confirmaron que estaba escondido y buscaba la ocasión para atacar a su exnovia, y temiendo por la vida de la joven se multiplicaron las gestiones policiales para localizarlo, día y noche.

La UFAM y el Grupo de Atracos unieron fuerzas para dar con el maltratador y el pasado lunes, poco antes de las nueve de la noche, los agentes asaltaron un piso de la barriada palmesana de Son Gotleu donde se escondía y lo arrestaron. Al detenido le constan una quincena de detenciones anteriores, algunas por malos tratos en el ámbito familiar.