El suceso ocurrió la madrugada del 2 de septiembre de 2012 en la discoteca Abraxas. | Redacción Sucesos

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Dos jóvenes de nacionalidad francesa que se encontraban en la Isla de vacaciones han sido condenados recientemente por un juzgado de lo Penal por dar una brutal paliza a un    joven hace ahora diez años en la discoteca Abraxas. Los acusados se declararon culpables de un delito de lesiones y aceptaron un año y medio de cárcel, pena que se sustituyó por el pago de una multa de 270 euros. La fiscal apreció la atenuante de dilaciones indebidas y de reparación del daño, ya que antes de la vista los procesados indemnizaron a la víctima, asistida durante el proceso judicial por el abogado Iván García López, en casi 11.000 euros.

El suceso tuvo lugar la madrugada del 2 de septiembre de 2012. Los dos acusados, que se encontraban en compañía de otros dos chicos, la emprendieron a golpes contra un joven en el interior de la ya desaparecida discoteca Abraxas del Passeig Marítim. Como consecuencia de la brutal agresión le provocaron al chico una contusión craneofacial y una fractura en la mandíbula y estuvo casi nueve meses convaleciente. La violencia de los procesados no terminó ahí. Cuando los amigos del perjudicado fueron en su auxilio, también acabaron siendo golpeados. A uno de ellos le rompieron un dedo y a un segundo le causaron politraumatismos por todo el cuerpo. Ambos también han sido indemnizados por los dos principales acusados.

Los testigos avisaron a la Policía Nacional, que en unos pocos minutos se presentó en el local y detuvo a los acusados. Un amigo de los acusados se negó a identificarse durante el arresto y deberá abonar una multa de 540 euros como autor de un delito de resistencia.

El apunte

Problemas de localización demoraron el proceso

No es ni mucho menos habitual esperar diez años para que se conozca la condena para los acusados. En esta ocasión, se juntaron dos factores que imposibilitaron resolver el asunto con más premura: por un lado, el habitual atasco en los juzgados y por otro, la imposibilidad de localizar a los jóvenes.