El acusado, este lunes con un biombo en la Audiencia. | Alejandro Sepúlveda

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La noche del 23 de septiembre de 2018 perdió el autobús para regresar a casa. La adolescente, que entonces tenía 17 años, le dijo a sus padres que se quedaba en la vivienda de una amiga para que sus padres no se enfadaran. Llamó a dos amigas y se quedó sin batería en el móvil. Estaba en el Parc de les Estacions de Palma y un hombre se acercó y le presentó a un grupo de amigos. «Me dio una litrona, estuvimos bebiendo y luego fuimos en bus al Marítimo. Nos metimos por una de las calles, bebimos más cerveza y me dieron un porro. Me empecé a encontrar mal y me quería ir a casa», recordó la chica ayer, entre lágrimas y separada del acusado a través de un biombo, en el juicio en la Audiencia de Palma.

El encausado le dijo que la acompañaría a un «sitio». «Acabé en un colchón en un edificio abandonado, me tumbó y me empezó a quitar la ropa. Mi cabeza estaba despierta, pero no me podía mover». El hombre la violó, según relató la chica, y a la mañana siguiente volvió a forzarla. «Tuve que fingir que estaba todo bien porque pensaba que no me iba a dejar salir. La puerta estaba cerrada con llave», añadió. «No sé qué hice ni qué dije, sólo intenté poner buena cara para salir de allí. Me acompañó a la parada de bus y me despedí como si no hubiera pasado nada».

La joven le contó lo ocurrido a una amiga y la acompañó a Son Espases. Desde el hospital alertaron a la Policía Nacional por una posible agresión sexual. Los agentes que se desplazaron hasta allí declararon que la menor les explicó lo ocurrido. «Nos contó que la noche anterior había ido al Parc de les Estacions y que conoció a un grupo de jóvenes con los que estuvo bebiendo y fumando marihuana. Se fue con uno de ellos a un piso del Marítimo y accedió a mantener relaciones, pero en un momento determinado dijo que no quería y el hombre la forzó», indicó uno de los policías que intervino. El acusado se negó a declarar este lunes ante el tribunal de la Sección Primera. La Fiscalía reclama una condena de ocho años de cárcel para el hombre por un presunto delito de abusos sexuales con acceso carnal y que indemnice a la víctima con 6.000 euros por los daños morales.