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Un hombre que iba a ser juzgado este lunes en la Audiencia de Palma por violar de manera continuada a la hija menor de edad de su mujer entre los años 2010 y 2016 se quitó la vida en su domicilio del Pont d’Inca. Los agentes de la Guardia Civil hallaron el cadáver del acusado el pasado domingo por la mañana.

Las primeras hipótesis de los investigadores apuntan a que se habría quitado la vida de forma voluntaria tras ingerir una gran cantidad de fármacos. El padre biológico de la víctima se puso en contacto con este diario para confirmar la muerte del procesado, que tenía 55 años. La abogada de la denunciante, que ahora tiene 19 años, comunicó a su clienta lo ocurrido.

12 años

La Fiscalía reclamaba una condena de 12 años de cárcel para el hombre por un delito continuado de abusos sexuales con acceso carnal y que indemnizara a la víctima con 24.000 euros por los daños morales ocasionados. Los hechos se remontan al año 2010. El acusado aprovechaba que se quedaba a solas con la menor, que tenía 8 años, para realizarle tocamientos en la zona genital. Desde 2011 y hasta agosto de 2016, según la versión del Ministerio Público, obligaba a la víctima a que le realizara felaciones y, cuando cumplió 10 años, la forzaba en su coche y en el domicilio familiar.

El acusado, según el relato del fiscal, compraba regalos a la menor para que no dijera nada sobre los episodios de abusos sexuales continuados. El hombre iba a ser juzgado ayer en la Audiencia. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que se había hallado su cuerpo sin vida.