El Colegio de Veterinarios está comprometido para erradicar el intrusismo. | Alexas_Fotos

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Susurraba a los caballos, y algo más, sin tener los conocimientos ni la acreditación profesional para ello. El juzgado de instrucción número 6 de Palma ha condenado por un delito de intrusismo profesional a una joven de 24 años por hacer diagnósticos y atender en Mallorca a al menos tres caballos con dolencias sin tener la titulación requerida para ejercer la profesión veterinaria, según las investigaciones y posterior atestado de la Guardia Civil.

Según ha dado a conocer este martes el Col·legi Oficial de Veterinaris de Baleares (COVIB) el tribunal consideró probados los hechos, ocurridos durante los primeros meses del año pasado y denunciados por la institución colegial. La condenada deberá asumir una multa de cuatro meses a razón de 3 euros diarios, así como el pago de las costas procesales.

Según la sentencia, la acusada trató al menos a tres caballos de un particular, uno de los cuales presentaba alteraciones en el hueso navicular.

Los hechos tuvieron lugar en varias ocasiones de los primeros meses de 2020. Para ello empleó láser y pinchos metálicos, haciendo presión en diferentes puntos de los tendones y músculos de los animales, manipulación manual y recolocación de vértebras y articulaciones, trabajos por los que cobraba menos de 100 euros en cada ocasión.

El COVIB interpuso la correspondiente denuncia al tener conocimiento de los hechos. Nada más conocer el fallo judicial el presidente de los veterinarios de Baleares, Ramón García, ha mostrado su satisfacción: «A pesar de que en este caso la multa es casi simbólica, todo lo que sea combatir por vía judicial el intrusismo en cualquier ámbito profesional es una buena noticia».

«En medicina veterinaria, un diagnóstico erróneo o el tratamiento inadecuado de una dolencia por falta de calificación puede tener unas consecuencias nefastas para el animal y por eso se ha convertido en una de las grandes luchas del colectivo», explica el presidente de los veterinarios de Baleares.

«Estos tipos de condenas también son importantes para que tanto colegiados como particulares que conozcan casos parecidos se animen a denunciarlos porque son difíciles de demostrar y es la única manera que tenemos para abordarlos. En estos últimos años hemos conseguido que la Justicia haya impuesto varias condenas de este tipo gracias a la colaboración ciudadana», finaliza el representante de los veterinarios de las Islas.