Los dos médicos imputados, este martes, en una sala de lo Penal de Vía Alemenia, en Palma. | Juan P. Martínez

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Dos traumatólogos del hospital de Manacor se enfrentan a una pena de dos años de prisión cada uno acusados de un delito de lesiones por imprudencia grave al provocar una quemadura en la zona genital a una mujer que fue operada de una fractura en el fémur izquierdo. Ambos negaron ante la jueza haber tenido nada que ver con la    herida y la achacaron a «una infección o una úlcera por presión». Los hechos tuvieron lugar en el mes de agosto de 2016.

La vista se inició este martes en un juzgado de lo Penal de Palma. Debido a la ausencia de un perito forense, el juicio continuará en los próximos meses. La Fiscalía pide para los acusados, además de la pena de cárcel, que indemnicen a la perjudicada en 46.000 por las lesiones y las secuelas.

Uno de los médicos especializados explicó de manera muy didáctica cómo se prepara un quirófano y los pasos que se siguen para una operación de este tipo: una fractura de fémur. El facultativo recordó que la cirugía duró alrededor de tres horas. «Tenía una fractura compleja y de ahí que durara tanto tiempo la operación» y apuntó que aquel día eran siete personas dentro del quirófano. Eran las 11 de la mañana del 27 de agosto de 2016.

Los dos traumatólogos negaron ante la juez tener algo que ver con la quemadura que le apareció a la paciente en la zona genital. «Tras la operación no existía constancia de que hubiese ninguna quemadura. En el caso contrario nos hubieran avisado», señaló uno de los médicos. Para intentar hallar una explicación a las lesiones que presentaba la denunciante, uno de ellos apuntó que pudo deberse a «una úlcera por presión o a una infección».

Asimismo señalaron que en días posteriores a la intervención la mujer se podía mover con un andador por los pasillos del centro hospitalario, algo que «con una quemadura en esa zona no podría haber hecho», subrayaron.

Turista alemana

La víctima, una turista alemana, días antes de la operación sufrió un accidente de tráfico, relató que se marchó del hospital el día 30, antes de recibir el alta. «La pedí de manera voluntaria para poder cuidar a mi hija en mi país. Ya cuando iba en el avión noté que se me hinchaba una pierna, pero ese día no supe que tenía quemados una parte de mis genitales», explicó la afectada acompañada de un traductor. Cuestionada por cómo no se dio cuenta de una herida así antes, la mujer contestó que en esos días «tenía la menstruación» y no le dio importancia a las molestias que tenía en la zona vaginal. Además, para simplificar, explicó que entró al hospital con una pierna rota «y salí con quemaduras en la zona genital».

Al aterrizar en Alemania fue a un médico de urgencias, que la derivó a un hospital. Allí, según ella, un doctor le dijo que tuvo que ser causa de la operación. La mujer manifestó que desde entonces le ha cambiado la vida. «Tengo problemas con mi pareja y sufro episodios de depresión», apuntó.