Los hechos ocurrieron en esta gasolinera de la carretera de Manacor. | Alejandro Sepúlveda

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Pensó que la máquina se había tragado su dinero y que esa noche no podría irse de fiesta. Acto seguido, comenzó a propinar puñetazos contra la pantalla de un cajero nocturno de una gasolinera ocasionando cuantiosos daños económicos.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a un joven, español de 19 años y sin antecedentes policiales, por un presunto delito de daños. Los hechos se remontan, a las 23 horas del pasado 29 de agosto, en la estación de servicio Shell, ubicada en el punto kilométrico 6.700 de la carretera de Manacor, muy cerca de Casa Blanca.

En ese momento, el joven conductor se bajó de su coche y se dirigió al cajero nocturno. El funcionamiento de esta caja nocturna es muy sencillo. Los clientes deben introducir la cantidad exacta –en efectivo o tarjeta de crédito– marcar el número de surtidor y validar la acción.

Llenar el depósito

El problema surge cuando el cliente quiere llenar el depósito. En ese caso, lo que tiene que hacer es dejar un depósito, en este caso de cien euros y repostar en el terminal correspondiente. Una vez finalizada la operación y que la manguera vuelve a estar debidamente colgada en el surtidor, éste marca el importe exacto del carburante.

Acto seguido, la caja nocturna dispensa el cambio correspondiente al cliente. Se trata de una procedimiento muy extendido en las estaciones de autoservicio nocturnas para evitar la manipulación de dinero. Es decir, una medida de seguridad de las denominadas compras previo pago. Resulta que el joven, que no estaba muy puesto en el tema, introdujo el billete y lejos de leer las instrucciones de la pantalla, se puso nervioso y comenzó a golpear la pantalla del cajero.

Fuentes próximas al caso apuntan que el chico se puso nervioso cuando se percató de que la máquina se había ‘tragado’ el dinero y que esa noche no iba a poder salir de marcha. En un arrebato, el chico perdió los nervios y la emprendió a golpes con el cajero.

Dinero

Los daños en el dispensador rondan los 5.000 euros. Las cámaras de seguridad del establecimiento grabaron toda la secuencia. La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación logrando identificar al sospechoso, a través de la matrícula del vehículo, y procedieron a su detención el pasado lunes.

Tras prestar declaración en sede policial, el joven quedó en libertad con cargos.