Imagen de archivo de un control de la Guardia Civil. | Alejandro Sepúlveda

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Autopista del aeropuerto. 7.30 horas del 4 de octubre de 2020. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico da el alto a un vehículo para realizar la prueba de alcoholemia y detección de sustancias estupefacientes. De repente suena una voz procedente del interior del coche, concretamente de la parte de atrás: «Sois unos maricones, unos chulos, hijos de puta. Porque lleváis uniforme que si no...». Minutos más tarde ese mismo varón acabaría agrediendo a uno de los agentes.

La Fiscalía pide para el acusado un año de prisión por un delito de atentado y el pago de una multa de 1.080 euros por el delito de maltrato de obra. El juicio se celebrará próximamente en una sala de lo Penal de Vía Alemania.

Comportamiento

El comportamiento violento del hombre desconcertó a los agentes de la Benemérita. Mientras intentaban hacer las pruebas al conductor del turismo, el imputado quería apearse del mismo. Los funcionarios, tal y como relata la acusación pública, le instaron a que se quedara dentro. Ahí empezaron los graves insultos y las amenazas. Al no cesar su actitud, pese a los repetidos intentos de los guardias civiles, se le requirió para que se bajara del vehículo. En ese momento comenzó a dar patadas en el interior del coche y accionó el bloqueo de las puertas.

La tensión fue creciendo hasta que el conductor logró desactivar el cierre centralizado y uno de los agentes consiguió abrir la puerta. Cuando lo hizo recibió por parte del acusado patadas en los brazos y el torso. Otro guardia civil, no sin problemas, lo logró sacar. El hombre quedó arrestado. Meses después será juzgado por estos hechos.