Imagen de Samu Galán, el futbolista agredido. | Efe

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Dos futbolistas del equipo El Palo B han sido condenados a una pena total de veinte años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa a un jugador de 24 años del club Alhaurín de la Torre B tras un partido entre ambos celebrado en Málaga el 20 de marzo de 2016.

Los dos acusados tendrán que indemnizar a la víctima con 68.894 euros y de forma subsidiaria la entidad CF El Palo y no podrán aproximarse al jugador ni lugar que frecuente a una distancia no inferior a 1.000 metros durante once años, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.

Uno de los procesados también ha sido condenado por un delito de lesiones (a otra persona) con uso de medio peligroso a dos años de prisión y tendrá que indemnizarlo con 7.149 euros.

Uno de los procesados era el capitán del equipo de El Palo B, y los hechos se remontan al día en que se disputó en el campo de fútbol de la barriada malagueña del Palo un encuentro de Tercera Regional entre El Palo B y el equipo de Alhaurín de la Torre.

El futbolista agredido sufrió dos puñaladas, que le afectaron una al tórax y otra cerca del corazón, y ha perdido calidad de vida dado que le imposibilita actividades específicas y precisa valoraciones periódicas de su estado cardiológico porque su cicatriz es susceptible de provocar arritmias, trombos e insuficiencia cardíaca, entre otros.

En la sentencia se considera probado que los acusados se pusieron de acuerdo para dar muerte a la víctima cuando finalizase el partido.

Durante el encuentro, hubo tensión entre el capitán del equipo del Palo y la víctima, capitán del otro equipo, y el procesado «tomó una actitud desmedida de agresividad» hacia el contrincante, a quien amenazó de muerte en varias ocasiones.

Le dijo frases como «te voy a matar», «¿ves los minutos?» y «cuando pasen los minutos te mato, nos vamos a ver fuera, te esperaré».

Dicho procesado a balón parado se dirigió de nuevo a la víctima en el minuto 61 y le dio un cabezazo, derribándole, por lo que fue amonestado y poco después fue sustituido por otro jugador.

El acusado se quitó la camiseta oficial y se fue a la zona de las gradas, donde se encontraban unos conocidos suyos y allí siguió con las amenazas de muerte.

Entre estas personas se encontraba el otro procesado, que también era jugador de su equipo (pero que no había sido convocado para ese encuentro) y se pusieron de acuerdo para matarlo cuando acabara el partido.

Al finalizar el encuentro, con la victoria de El Palo B, el capitán fue invitado por el cuerpo técnico de su equipo para que saliera al campo a celebrar la victoria de su equipo y el otro procesado, pese a que no había jugado, también entró.

En un determinado momento, cuando la víctima estaba felicitando a los jugadores y técnicos ganadores, uno de los acusados lo cogió por el cuello y lo inmovilizó y con una navaja lo apuñalaron en dos ocasiones.

El Comité de Competición de la Federación Malagueña decidió retirar la licencia de los dos jugadores en abril de 2016.