El procesado, este lunes, en una sala de lo Penal de Vía Alemania, donde se ha celebrado el juicio.

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Un joven se enfrenta a una pena de dos años de prisión y cuatro de libertad vigilida por una presunta agresión sexual a una chica cometida en una vivienda de Son Caliu, en Calvia, el 15 de diciembre de 2019. Durante la vista, celebrada este jueves, el procesado negó los hechos. «Nos encontramos de fiesta, quiso venir a mi casa y le dije que no. Después se marchó hacia la parada del bus para poder volver a Palma, donde vive», explicó ante la juez.

Por su parte, la denunciante, que tiene 20 años en la actualidad, mantuvo que la forzaron aquella noche. «Estoy segura de que me metieron algo en la bebida en el pub de Magaluf. Tengo el recuerdo de irme con él a la habitación», relató la joven.

Pub de Magaluf
Lo que el desarrollo del juicio ha dejado claro es que ambos se encontraron en un conocido pub de Magaluf. Allí hablaron en la barra. Se conocían de antes y habían bebido. Acabó la fiesta, sobre las 4.30 horas, y se fueron en coche hasta Son Caliu, donde reside el procesado. Y a partir de ese momento las versiones se contradijeron.

El imputado insistió en que la joven, que había perdido el móvil y la cartera esa noche, quiso subir a su casa a dormir, pero él se negó. «Le dije que no, que vivía con mis padres y no se podía quedar», subrayó.

La perjudicada, por su parte, relató algo bien distinto a la juez. «Iba perjudicada, sí, pero estoy segura que me echaron algo en la bebida. Sólo recuerdo que me fui con él a la habitación y de tener su cara encima mía», dijo.

Uno de los testigos que declaró en el juicio, un vecino de la zona, explicó que la chica apareció en su casa sobre las 6.00 horas, sin chaqueta y con el sujetador en la mano. «Tocó el timbre de casa y nos dijo que si teníamos un móvil. Se notaba que había bebido, pero se le entendía lo que decía. Pensé que había tenido una mala noche», apuntó. Con ese teléfono la chica llamó a un amigo, que fue a buscarla a Son Caliu. Horas después, y tras dormir hasta el mediodía, se dio cuenta de lo que había pasado. «Al ducharme no me sentía el cuerpo. Me noté muy desaliñada. Ahí me di cuenta de lo ocurrido». Volvió a llamar a su amigo y fueron a un PAC. Y después al hospital, para más tarde poner la denuncia en la Policía Nacional.

Los amigos del acusado, que estuvieron con él toda la noche, respaldaron su versión. La Fiscalía pide para el joven dos años de prisión y cuatro de libertad vigilada. Su defensa, la absolución. El juicio quedó visto para sentencia.