Agentes del Grupo de Atracos de la Policía Nacional practicaron la detención del agresor confeso y lo presentaron ante el juez. | M. À. Cañellas

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El robo de dos paquetes de tabaco estuvo a punto de costarle la vida a un mendigo de Palma. Agentes del Grupo de Atracos de la Policía Nacional procedieron a la detención de un joven, de 22 años, acusado de asestar una brutal paliza a un indigente cuando éste trataba de abandonar un estanco con dos paquetes de tabaco sin pagar. El arrestado es un joven de nacionalidad española y procedencia argentina.

Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, en un estanco ubicado en las inmediaciones de la plaza Weyler de Palma. La sala del 091 recibió una primera llamada alertando de que se había producido un robo en un local y que había una persona tendida en el suelo sangrando de forma abundante.

Rostro ensangrentado

A la llegada de las primeras unidades, los agentes comprobaron que se trataba de un mendigo de la zona que se encontraba inconsciente, con el rostro ensangrentado y con signos evidentes de que había sido víctima de una brutal paliza.

Varios transeúntes, entre ellos una enfermera fuera de servicio, se aproximaron hasta el lugar para auxiliar al herido. Con suma celeridad se solicitó la presencia de una ambulancia medicalizada del SAMU-061. Nada más llegar, el médico consiguió estabilizar al paciente y ordenó su traslado de urgencia hasta el hospital de Son Espases. En una primera exploración, el facultativo detectó varios politraumatismos severos y hematomas por diferentes partes. Todo ello, además de numerosas heridas sangrantes en el rostro.

Por su parte, los agentes se entrevistaron con los testigos, quienes señalaron al novio de la dependienta del estanco como el presunto autor de la agresión.

El joven reconoció parcialmente los hechos referenciados. Según su declaración, el hombre entró al local y se llevó sin pagar dos paquetes de tabaco. En ese momento, su novia (dependienta), gritó «al ladrón, al ladrón». Acto seguido, el ahora detenido corrió tras el indigente, le hizo una zancadilla, le pegó tres puñetazos y lo tiró al suelo para recuperar el ‘botín’.

Hasta tres testigos diferentes señalaron que el mendigo salía del estanco caminando cuando el joven, fuera de sí, le hizo la zancadilla, le comenzó a propinar puñetazos en la cara y le pisó, hasta en tres ocasiones, la cabeza con violencia. Acto seguido, se procedió a su arresto por un delito de lesiones.