Una de las señales de tráfico que arrancó el conductor borracho. | Alejandro Sepúlveda

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Le podría haber salido bien. Pero obvió un pequeño detalle: se le había caído la matrícula. La Policía Local de Algaida ha cazado a un conductor ebrio que sufrió un aparatoso accidente con un Mazda y se dio a la fuga.

El siniestro se produjo a las seis y media de la tarde de viernes y el conductor arrancó algunas señales de tráfico, tras hacer un recto en una rotonda. Cuando una patrulla llegó, no había ni rastro del turismo ni del ocupante, pero entre los destrozos hallaron las placas del coche.

Tras consultar con la DGT, los agentes acudieron a la casa del joven, que es vecino del pueblo, y lo sometieron a la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,70, casi el triple del máximo permitido. El turismo, que sufrió cuantiosos daños, lo había escondido.

El chico ha sido imputado por un delito contra la seguridad del tráfico.