El arrestado, acompañado por dos agentes a los calabozos de la Jefatura de Policía.

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Como cualquier otra tarde, este jueves la centralita del 091 de la Jefatura de la Policía Nacional no paraba de recibir llamadas. Dos de ellas, sin aparente relación, resultaron tener el mismo protagonista. Uno de los incidentes ocurrió en un locutorio de Son Cotoner y el otro en una vivienda de Es Fortí.

En el primero destrozó varios equipos informáticos y en la casa se atrincheró armado con un cuchillo después de discutir con sus padres. El hombre, un joven de 22 años, fue arrestado en su propio domicilio por delitos de amenazas, daños y malos tratos.

Incidentes
Los incidentes se iniciaron a las 17.45 horas en un locutorio de Son Cotoner. Allí un cliente rompió un ratón de ordenador y al ser reprendido por la acción discutió con un empleado y acabó arrancando una pantalla de ordenador. Tras esto se marchó del lugar. Pero volvió. Concretamente veinte minutos después. Y esta vez comenzó a lanzar piedras al escaparate y acabó fracturándolo.

El propietario del local avisó a la Policía Nacional, que al llegar al sitio empezó a dar batidas por la zona para tratar de dar con el sospechoso. Mientras esto ocurría, una nueva llamada al 091, procedente de una vivienda de Es Fortí, avisaba de que su hijo se había encerrado en su habitación armado con una navaja y no atendía a razones. Hasta el inmueble acudieron varias dotación de policías. Intentaron negociar con él una salida pacífica de su cuarto, pero seguía sin responder, por lo que los agentes accedieron a la habitación protegidos. Allí se encontraba el chico de pie y empuñando una navaja, apuntando con el filo a los funcionarios. Los policías tuvieron que desenfundar sus armas de forma instintinva. Segundos después el sospechososo, tiró el arma blanca al suelo y levantó los brazos.

El joven, de 22 años de edad, fue arrestado en ese mismo instante. Se le considera autor de hasta tres delitos: amenazas, daños y malos tratos.