La acusada, que conoció al empresario alemán que la denunció en Tinder, en una foto de la prensa rosa rumana. | OKMAGAZINE.RO

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El match más caro de la historia. Un lío a través de Tinder le ha costado 403.131 euros a un empresario alemán y cuatro años y medio de cárcel a la mujer que, desde Mallorca, le sedujo en la red social. El Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJB) confirma la condena que ya impuso la Audiencia Provincial.

La pareja se conoció en abril de 2016. Ella era dueña de una inmobiliaria y de un centro de belleza. Él creyó que era una empresaria solvente, según los hechos considerados probados por la Audiencia: ropa de lujo, relojes, joyas, un Mercedes descapotable y un Bentley. Durante el año y medio que vivieron juntos, ella le explicó que estaba en medio de un proceso de divorcio complicado y que tenía las cuentas bancarias bloqueadas por distintos embargos por impagos de su entonces marido a Hacienda y a la Seguridad Social. Sin embargo, también le convenció de que tenía patrimonio y que podía vender una casa por 470.000 euros o de que en sus cuentas corrientes tenía más de medio millón.

Así, comenzó a pedirle ayuda de forma constante. Él le hizo hasta 36 transferencias de dinero para solventar sus problemas de liquidez. Durante ese tiempo, según la sentencia, él creía que iban a iniciar una vida común y comenzó a preparar su mudanza desde Berlín a Mallorca. De hecho, llegó a comprar una casa para poder vivir junto a su nueva pareja. Durante el año y dos meses en los que duró la relación fue un amor a distancia: le mandaba dinero y la veía de tanto en cuanto.

En el juicio, la acusada defendió que se trataba de una relación asentada, asimilable a un matrimonio y que, por tanto, no es posible que él la denunciara. También sostenía que no existió un engaño y que su situación financiera ajustada era real. Al respecto, las dos instancias coinciden en ello, pero también en que aparentó tener un patrimonio del que carecía.

Revistas del corazón y problemas legales

La acusada tuvo cierta popularidad en Rumanía, su país de origen, hace unos años por su relación con un diseñador conocido en el país. En España, ha tenido algún problema legal previo como su detención en una operación por blanqueo de capitales en el año 2015 cuyo cabecilla supuesto era su entonces marido. Aún puede recurrir al Supremo.