La Guardia Civil recuperó un torreón de alabastro del sepulcro del Arzobispo Carrillo, de la Catedral de Alcalá de Henares , gracias a la colaboración ciudadana. | Youtube: Guardia Civil

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Emiliano Fernández es un policía nacional de 65 años jubilado que el pasado mes de febrero resolvió un robo de la Guerra Civil viendo un documental en la tele. Según relata, «alucinó» cuando estaba haciendo zapping en su casa de Alicante y se encontró con un programa de La 2 sobre historia, una de sus grandes pasiones, en el que vio los relieves de un sepulcro del siglo XV recuperados por la Guardia Civil. Al verlo, no dudó ni un minuto de que una torre de alabastro que había visto en la antigua finca de su amigo Paco formaba parte del conjunto escultórico.

El capítulo documental se centraba en la ‘operación Templanza', desarrollada por la Sección de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en el año 2017. Este dispositivo culminó con la localización y recuperación de los relieves de La Templanza y La Prudencia del sepulcro del arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de Acuña de la catedral de Alcalá de Henares (Madrid).

La tumba, que está atribuida al maestro Sebastián de Toledo y fue realizada entre 1482 y 1489, quedó destrozada en los primeros días de la Guerra Civil y una vez acabada la contienda nada se supo de esta decoración vegetal, de tracería y letras góticas, que forma parte de una inscripción que recorre toda la banda superior de la tumba.

«Al ver el programa me quedé alucinado. Era una obra que siempre me gustó mucho y tengo memoria fotográfica. No dudé ni un segundo de que la pieza que faltaba era la que tantas veces había visto en la finca de mi amigo Paco, al que había conocido en la mili», relata este exartificiero.

Se trataba de un torreón almenado de los cuatro que conforman las esquinas del sepulcro y, según Emiliano, se encontraba en un terreno de la localidad madrileña de Chinchón, una finca que había adquirido su amigo en los años 70 a un hombre afín al régimen franquista, que había ocupado diferentes cargos en la administración.

Los anteriores propietarios se llevaron algunos cuadros y obras de arte, pero no ese «pedrusco» que estaba incrustado en la pared y que Paco quiso conservar allí.

Hace unos treinta años Paco se deshizo de la propiedad, que fue adquirida por la Comunidad de Madrid para acoger instalaciones del Proyecto Hombre. Y al ver el programa de televisión, Emiliano se puso de inmediato en contacto con su amigo. «En menudo lío te vas a meter, vete tú a saber ese pedrusco dónde estará», le advirtió Paco cuando le dijo que iba a investigar qué había sido de la finca y de la torre de alabastro.

La pieza seguía intacta

La propietaria del lugar en la actualidad es la Fundación Montemadrid, pero el uso de la finca está cedido a la Comunidad de Madrid y en el terreno desarrolla su actividad la Asociación Garaldea, entidad que atiende a personas en riesgo de exclusión.

Emiliano se puso en contacto con el vicario Juan Miguel Prim de la Diócesis de Alcalá de Henares, al que presentó todas las pruebas de la localización de la pieza desaparecida.

Con esa información, los agentes de la Guardia Civil acudieron al lugar e identificaron sin ninguna duda que el relieve de alabastro era una de las esquinas del sepulcro.

La pieza se encontraba en buen estado, encastrada a media altura en la esquina de la fachada de un molino de la finca. «Gracias a que estaba a cubierto no ha sufrido ningún daño», relata Emiliano.

A principios de septiembre se completaron los trabajos de extracción y la obra de arte ya se encuentra en posesión de la Diócesis de Alcalá, donde están realizando los trabajos de restauración para incorporarla al sepulcro.

«Me gustan mucho las antigüedades, estudié en un colegio interno y los religiosos me enseñaron de arte», reconoce Emiliano orgulloso de ser esa denominada «colaboración ciudadana», como le describe la Guardia Civil en la nota de prensa donde informaron del hallazgo.