La Guardia Civil ha detenido a cuatro hombres por cultivar marihuana en un viejo vivero de Calvià.

TW
5

La Guardia Civil ha detenido a cuatro hombres por cultivar marihuana en un viejo vivero de Calvià y venderla a turistas en Magaluf y Santa Ponça y ha desactivado un grupo «muy activo» en la venta de marihuana en zonas de ocio.

Según ha informado este jueves la Guardia Civil en un comunicado, la operación se inició tras detectar la presencia de personas que se dedicaban a la distribución de sustancias estupefacientes a turistas en las zonas de ocio de Magaluf y Santa Ponça.

Durante la investigación, agentes de la Guardia Civil de Calvià detectaron como los ahora detenidos, de nacionalidad británica, cultivaban la marihuana antes de su venta en un antiguo vivero de la citada localidad, al que se desplazaban habitualmente para el cuidado de las plantas.

Según han relatado, los agentes sorprendieron a tres de los ahora arrestados mientras regaban y cortaban plantas de marihuana y se intervinieron una treintena de plantas en estado de floración.

Igualmente, han añadido, en una caseta de madera situada en el mismo terreno y que estaba perfectamente acondicionada para elsecado y procesado de la droga, se intervinieron otras 20 plantas ya en proceso de secado, así como dos kilos en cogollos ya secos y listos para su distribución.

Uno de los detenidos al verse sorprendido por los agentes en el interior de la finca, se enfrentó a los mismos esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones, hasta que al verse acorralado por los agentes depuso su actitud.

Posteriormente, han apuntado, se practicaron dos registros domiciliarios en las localidades de Son Ferrer y Palmanova, donde fueron intervenidos otros 200 gramos de marihuana en cogollos lista para su distribución, dosis ya dispuestas para la venta, diferentes útiles para la manipulación de la droga, básculas de precisión y 3.000 euros.

Igualmente se les intervino un vehículo de alta gama que era utilizado para el transporte de las sustancias estupefacientes desde la finca hasta los domicilios, en donde se ocultaban para su posterior distribución a turistas en las zonas de ocio.

En estos registros se detuvo al cuarto miembro del grupo, quien era el encargado de la custodia y confección de diferentes dosis en uno de los domicilios.