La Dirección General de Tráfico recoge que las lesiones por accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años.

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La importancia de utilizar correctamente los sistemas de retención, sobre todo los infantiles, es vital. La Dirección General de Tráfico recoge que las lesiones por accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años.

A pesar de que España está entre los cinco países de la Unión Europea con menor mortalidad, registra una tasa de cinco por un millón de fallecidos en niños de entre 0 y 14 años. Los últimos datos, del 2018, reflejan que hubo un total de 6.706 víctimas infantiles en siniestros de tráfico, de las 4.636 eran ocupantes de un vehículo.

De ese total, 25 fallecieron y 331 tuvieron que ser hospitalizados. La DGT explica que la principal medida que hay a nuestro alcance para reducir estas cifras, proteger a los menores y evitar lesiones es usar correctamente los sistemas de retención infantil (SRI), que es obligatorio por ley.

Lo primero es elegir el SRI que mejor se adapte al niño, a su altura y su peso, ya que estos factores alteran el grado de protección. También es importante saber que los niños más pequeños han de viajar en el sentido contrario a la marcha hasta que las especificaciones del fabricante señalen lo contrario.

La sillita debe colocarse siempre en los asientos traseros, salvo excepciones previstas. Además, también hay que asegurarse de instalarla correctamente y sujetarla.

Para ello hay dos modelos disponibles: el IsoFix (que es el más seguro y reciente) y el cinturón de seguridad. Se recomienda que, en caso de que haya dos niños en SRI en los asientos traseros, haya espacio entre ellos.

Para continuar, es indispensable que una vez esté la silla instalada el niño vaya bien sujeto. Hay que quitarle la ropa de abrigo y atar bien los arneses para estos le protejan con la máxima eficacia.

Y en último lugar, la DGT anima a dar ejemplo. Si los adultos utilizan correctamente los cinturones de seguridad, los menores aceptarán el uso de la silla y repetirán el mismo gesto que los progenitores cuando sean adultos.