El acusado en el juicio en una sala del Juzgado de lo Penal 3 de Palma. | Guillermo Esteban

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«Quiero pedir disculpas y decir que siento un arrepentimiento muy grande. Nunca en la vida se me hubiera ocurrido hacer esto». Un joven aceptó este viernes una condena de seis meses de cárcel por dejar en coma a un turista tras propinarle un puñetazo en Magaluf. El acusado, que trabajaba como camarero en un bar de copas, se declaró culpable en el juicio que tuvo lugar en Palma de un delito de lesiones.

La vista oral se celebró para dilucidar quién se hará cargo de la indemnización de la víctima, que asciende a 115.316 euros. Los abogados del establecimiento y del seguro se niegan a asumirla. Uno alega que la agresión se produjo en la calle y no en la terraza del local y el otro manifiesta que ocurrió fuera del horario laboral del procesado.

Los hechos ocurrieron sobre las 3.50 horas del 5 de agosto de 2015. El acusado, de 28 años y nacionalidad española, se encontraba recogiendo la terraza del bar de copas cuando se produjo un altercado.

El trabajador propinó un fuerte puñetazo en el rostro al turista, de origen portugués, sin existir provocación alguna. Las cámaras del bar de copas registraron la brutal agresión.

La víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico grave, perdió el conocimiento y quedó en coma. Tuvo numerosos hematomas y múltiples fracturas en el cráneo y en la cara. El herido ingresó en la UCI y precisó de un gran número de intervenciones quirúrgicas a consecuencia de la agresión. Dos meses más tarde, el 5 de octubre, recibió el alta.

«Estaba en el bar bebiendo con un amigo y vi que se había producido un altercado. Fui a apaciguar y no recuerdo nada más. No solo fue el daño físico, sino también sufrí mucho mentalmente. Mis padres lo han pasado muy mal», explicó el perjudicado.

Como secuelas presenta un déficit de agudeza auditiva, pérdida de sustancia ósea en la cabeza, mareos, vértigos y cefaleas. El joven presenta una cicatriz de 26 centímetros en la cabeza, otra de 3 en la parte derecha y una de 4 debajo del ojo izquierdo.

La forense Patricia Sogorb, que valoró las lesiones, señaló que los médicos le recompusieron un trozo de hueso del cráneo y que le colocaron una placa con tornillos en la cabeza. Lo operaron en tres ocasiones.

Funcionarios judiciales piden mascarillas

Funcionarios judiciales reclaman al Ministerio de Justicia que les facilite mascarillas para trabajar y, sobre todo, para cuando se celebren juicios. Hasta el momento, las únicas medidas que se han tomado en las salas de Vía Alemania han sido envolver los micrófonos de las partes, acusados y testigos con bolsas de plástico. Los funcionarios traen de casa sus propias mascarillas.