La inspectora Francina Veny durante la entrevista mantenida con este diario en la Jefatura de Policía. | Alejandro Sepúlveda

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Francina Veny (Palma, 1978) se ha convertido en una de las inspectoras de la Policía Nacional con mayor responsabilidad del cuerpo. Licenciada en derecho, tiene un máster en Ciencias Políticas y, desde hace unos meses, dirige el Grupo de Blanqueo, adscrito a la Brigada Provincial de Policía Judicial. Por sus manos pasan algunas de las investigaciones más relevantes y de mayor transcendencia de nuestra comunidad. Corrupción política, falsificaciones, delitos urbanísticos, cohecho, malversación y fraude contra Hacienda, entre otros, están entre sus competencias.

¿Cuándo descubrió su vocación policial?

—Me llegó algo tarde. Tengo que decir que no tengo familia policía y tampoco, en aquel entonces, tenía amigos en el cuerpo. Siempre se me había dado bien estudiar y cursé la carrera de Derecho. Sin duda alguna, la asignatura de Derecho Penal y la investigación de los delitos me llamaron poderosamente la atención. Al finalizar los estudios, me hablaron de la posibilidad de opositar a inspector de la Policía Nacional. Se me abrió una ventana y decidí dar el paso.

¿Cuáles han sido sus destinos hasta la fecha?

—Mi primer destino en Mallorca fue en un grupo de Delincuencia Económica, Gabinete Técnico, Jefa de Investigación de la comisaría de la Platja de Palma. En la actualidad estoy al frente del Grupo de Blanqueo de Capitales.

Durante los últimos días ha puesto el toque mallorquín en las comunicaciones de la Jefatura. ¿Qué le parece esta iniciativa?

—Se trata de un hecho de normalidad absoluta. Más del 50 % de la plantilla de la Policía Nacional somos de las Illes. Es bueno que la gente vea que la policía está a su lado, que estamos cerca de ellos. Y puede parecer una tontería, pero yo creo que el hecho de acercarnos a la gente en su lengua materna, como es la mía, puede ayudar a no sentirse tan solos en estos momentos.

¿Existe interés entre la juventud por ser policía?

—Los jóvenes de Mallorca están demostrando un gran interés por esta profesión. De hecho, la demanda en estos últimos años ha sido muy elevada. Una muestra de ello es que muchos, una vez aprobada la oposición, han tenido que estar varios años fuera para poder venir destinados a Mallorca.

¿Hay discriminación entre hombres y mujeres en la Policía Nacional?

—No. Hace más de 40 años que las mujeres entramos a formar parte de esta institución y durante todo este tiempo hemos demostrado nuestra profesionalidad y capacidad en todas las áreas de trabajo. Actualmente, podemos encontrar mujeres en toda la escala, desde policía hasta comisaria principal. Yo creo que esto demuestra que ya no hay distinción de género y que se nos valora en función de nuestras capacidades independientemente de ser hombre o mujer.

Las investigaciones policiales de blanqueo de capital suelen ser bastante largas y muy complejas. ¿Es cierto?

—Nos encontramos ante una tipología de delitos muy compleja y que son difíciles de investigar. Requieren, entre otras cosas, analizar y recabar una gran cantidad de documentación que a veces casi sale por la puerta del despacho. Hay que hacer muchas peticiones. Además, te encuentras cuentas, sociedades pantalla, testaferros, etcétera. Por consiguiente, podemos afirmar que nuestras investigaciones suelen ser bastante complejas.

¿Cuáles son los métodos elegidos para blanquear el dinero negro en Baleares?

—Actualmente los métodos son muy variados. Pero siempre nos encontramos los caballos ganadores, los que tradicionalmente suelen elegir los delincuentes y que son bastante efectivos por ellos. Sin duda alguna el primer puesto del ránking lo encabezaría la compraventa de inmuebles, seguido muy de cerca por la compra de boletos premiados de lotería. También es frecuente la contratación de préstamos innecesarios, la creación de sociedades instrumentales, empresas pantalla, facturación falsa, criptomoneda... Hay muchas formas de intentar blanquear el dinero, pero ahí estamos nosotros para ‘cazarlos’.

¿Hay muchos testaferros en Mallorca?

—Hay que dejar una cosa clara. El testaferro siempre ha existido en el blanqueo de capitales y siempre se utilizará. Estamos ante una persona que figura como propietario de un negocio, empresa o propiedad que no tiene nada que ver con lo que estamos investigando. Esto supone un plus de dificultad a la hora de establecer los vínculos entre el testaferro y el titular real.

¿Se ha encontrado testaferros ‘extraños’ en sus investigaciones?

—Hay de todo. Desde personas que están al frente de grandes y complejos entramados sin saber ni leer ni escribir. Toxicómanos, personas con enfermedades mentales, ancianos y otro tipo de titulares que no presentan el perfil que tocaría presentar. Evidentemente, nos llama la atención. Lo más importante, lo que nunca falla, es seguir el cauce del dinero. El objetivo del delincuente que pretende blanquear el dinero es, sin duda alguna, poder disfrutarlo. Por ese motivo, más pronto que tarde, intentará hacerse con el dinero para poder disponer de él.

¿Cuáles son los delitos más frecuentes?

—Esto va por modas. Hace unos años, casi todas las investigaciones giraban en torno a la corrupción política. El narcotráfico es un gran clásico. Siempre ha existido el blanqueo del dinero procedente la droga y siempre existirá.