Los acusados y el intérprete de wólof, de beige en el banco de atrás, en la Audiencia de Palma. | Redacción Sucesos

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El cabecilla de una banda de narcotraficantes controlaba un apartamento de Punta Ballena, en Magaluf, donde almacenaba y vendía droga entre julio y agosto de 2018. El hombre, de origen cubano, se abastecía de cocaína a través de su hijo menor de edad, que la introducía en Mallorca desde Madrid.

El acusado, que se encuentra en prisión, fue condenado por vender droga en Madrid en 2017. Este jueves fue juzgado en la Audiencia de Palma y aceptó una pena de ocho años y dos meses de cárcel y una multa de 82.080 euros. Otros cuatro procesados, entre ellos la mujer del cubano, asumieron penas que suman once años de cárcel. El tribunal suspendió la pena de la mujer del jefe de la red, que también se encontraba en prisión e iba a quedar en libertad, y el hombre rompió a llorar al finalizar el juicio.

El líder de la organización utilizaba a su hijo de 17 años para trasladar la droga a la Isla. El adolescente fue sorprendido el 28 de julio de 2019, en el control de pasajeros del aeropuerto de Madrid, con 142 gramos de cocaína en el interior de una bota.