El fallecimiento se produjo el viernes en la cárcel de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un preso español de 44 años, que cumplía una condena corta por robos con fuerza, murió el viernes en la cárcel de Palma tras sentirse indispuesto en su celda. La Policía Nacional investiga lo ocurrido, aunque todo indica que se trató de una patología cardíaca.

La víctima, que ya había estado ingresado otras veces en prisión, ya fue hospitalizado en noviembre por problemas de salud. El viernes fue él mismo el que comunicó a los funcionarios que se encontraba mal y pidió ayuda.

Enfermería

Rápidamente fue trasladado a la enfermería, pero allí su estado empeoró de forma súbita y murió. El personal de una ambulancia del 061 acudió al centro penitenciario y los facultativos intentaron reanimarlo, pero no se pudo hacer nada por él. De igual manera, se personaron agentes de la Policía Nacional, que abrieron una investigación tal y como se hace siempre que hay un fallecimiento en prisión.

Los agentes inspeccionaron la celda del recluso, por si había drogas u otras sustancias que pudieran haberle provocado una sobredosis, pero parece ser que no hallaron nada sospechoso. El juzgado ordenó el levantamiento del cadáver.