El acusado por la agresión sexual en el Firó de Sóller, este lunes en la Audiencia de Palma. | Alejandro Sepúlveda

TW
1

Un poco antes de las 12.00 horas de este lunes, se presentó en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma un hombre dispuesto a confesar que manoseó a una joven en el Firó de Sóller de 2017. «En este momento usted no está acusado, pero teniendo conocimiento de que pudiera asumir los hechos debo leerle sus derechos», le indicó la presidenta del tribunal. «No tengo nada que esconder, voy a declarar», respondió el sospechoso, que acudió el jueves de la semana pasada al juzgado para reconocer su implicación.

El individuo, que exculpó al acusado, ha indemnizado a la víctima con 3.000 euros. En el juicio pidió disculpas y aseguró que estaba arrepentido. «Toqué el culo a la chica desde atrás», admitió. Ahora se ha abierto un proceso judicial contra él.

El acusado por la agresión sexual será absuelto por el tribunal después de que la perjudicada le exculpara y de que otro hombre, amigo del investigado, se inculpara parcialmente de los hechos ocurridos el 15 de mayo en el puente de Can Repic.

Noticias relacionadas

La Fiscalía reclamaba siete años de cárcel por un delito de agresión sexual. El fiscal y el abogado de la joven retiraron los cargos. Un informe pericial encargado por la defensa sobre unos vídeos de las cámaras de seguridad de un banco desvinculaba al hombre de lo sucedido en el Firó.

El acusado explicó que no sabe por qué ha llegado a sentarse en el banquillo. «Todavía, a día de hoy, no lo entiendo», lamentó. El hombre relató que estuvo en las fiestas de Sóller con un grupo de amigos y que no vio el incidente de la palmada en el trasero. Afirmó que se encontró con la víctima y bromeó con ella sobre que iba «muy limpia para estar en el Firó».

El procesado le pintó la cara, pero sin «intención sexual», sino porque es propio de la fiesta de Moros y Cristianos. El encausado comentó que, poco después, vio a la chica acompañada de un policía y le señaló con el dedo. Se acercó a saludarla y el agente le retuvo en el portal para posteriormente conducirlo a dependencias de la Guardia Civil.

La joven, de 22 años, declaró que notó que le tocaba «todo el mundo», pero insistió en que el acusado no estuvo implicado. Alguien le dio una palmada en el trasero y, cuando se encaró, el hombre le tocó los pechos. Añadió que le intentaron bajar los pantalones y que le introdujeron la mano por dentro de la ropa sin llegar a los genitales.