Imagen de los registros en sa Pobla. | Alejandro Sepúlveda

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Un total de 33 detenidos, 34 registros domiciliarios y cocaína, éxtasis, hachís, marihuana y dinero intervenidos es el resultado de una gran operación antidroga que la Guardia Civil desarrolló este miércoles en Mallorca, Barcelona, Lleida y Huesca.

Tal y como adelantó este miércoles Ultima Hora , el operativo se inició por la mañana con un espectacular despliegue del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) en casas y fincas de sa Pobla, Muro, Santa Margalida, Andratx, Inca y Llucmajor. El registro más contundente se produjo en unos terrenos de la primera localidad, que fueron literalmente tomados por decenas de agentes que, metro a metro, peinaron la propiedad, al parecer buscando droga y dinero enterrados.

Los efectivos, además, contaron con dos perros adiestrados, uno de ellos especialista precisamente en detectar billetes. En la Península, la Benemérita también practicó detenciones en Bellpuig y Castell Nou de Seana, en Lleida. La mayoría de registros domiciliarios, autorizados por un juzgado, se llevaron a cabo de forma simultánea, para evitar que los sospechosos pudieran avisarse entre ellos. La Comandancia palmesana ha coordinado toda la operación y considera que la organización desarticulada era una de las más activas en el narcotráfico de cocaína.

La investigación se inició hace unos meses y diez días atrás tuvo su primer éxito, cuando los agentes intervinieron más de siete kilos de cocaína en Alcúdia, del que ya informó este diario.

El EDOA continuó tirando del hilo y controló discretamente a los cabecillas de la banda, que recibieron un duro golpe al perder esa cantidad de ‘coca’ en el puerto de Alcúdia. Poco a poco el cerco se fue estrechando y los pinchazos y seguimientos permitieron identificar a cada miembro de red, así como determinar su papel en el engranaje criminal. En la operación se han intervenido armas de fuego simuladas y una pistola Taser.

Droga enterrada

La vieja guardia de Son Banya, en los tiempos de ‘La Paca’, enterraba sus ‘tesoros’ en búnkeres subterráneos en el poblado. La Guardia Civil cree que la organización desarticulada ayer utilizó este método para no tener droga o dinero en las casas, y de esta forma evitar que fuera intervenido durante los registros domiciliarios. La operación sigue abierta.