La acusada del atropello mortal de Paula Fornés, tras su detención. | Alejandro Sepúlveda

TW
2

Un testigo del atropello mortal de Paula Fornés, en la noche de San Juan de 2018, ha explicado en el juicio que se celebra este martes en Palma que iba de copiloto con un amigo en un coche y se cruzaron con el vehículo de la acusada, Renata G., que iba deprisa. «Nos llamó la atención el golpe que llevaba en un lateral y le dije a mi amigo que seguro que se había llevado a alguien por delante». Los jóvenes continuaron la marcha hasta que se encontraron con un grupo de niñas a unos 50 o 100 metros y a Paula Fornés tendida en el suelo.

«Dimos la vuelta para buscar el Skoda Fabia que se había dado a la fuga y encontramos a la mujer fuera del vehículo mirando el retrovisor. Yo le quité las llaves del contacto porque tenía la intención de marcharse. Me preguntó en castellano qué había pasado y yo le dije que se había llevado a una niña por delante. La conductora no reaccionó y en ningún momento me dijo que no me entendía». El joven ha comentado que la mujer le decía en castellano que se quería ir a su casa y que la cogió por la cintura. «Me dijo que 'por cinco segundos que me he despistado con el móvil, no sé qué ha pasado'. «La acusada olía mucho a alcohol y casi no se aguantaba de pie».

Noticias relacionadas

El testigo esperó a que llegara la Guardia Civil y luego escuchó a la acusada hablar con los agentes en castellano. El juez ha pedido silencio al público después de que el abogado de la defensa, Miguel Ángel Ordinas, preguntara al testigo si bebió alcohol aquella noche. «¡Se le está juzgando a ella!», ha espetado, de repente, el padre de Paula Fornés.

Un guardia civil ha declarado por videoconferencia que se desplazó hasta el lugar del siniestro y vio a la víctima tendida en el suelo del carril bici. No tenía pulso ni respiración. Estuvieron intentando reanimarla durante unos 20 minutos hasta que llegaron los servicios sanitarios, que le pusieron un desfibrilador. La agente que identificó a la conductora del vehículo ha indicado que la mujer hablaba en castellano, que estaba en shock, y que olía bastante fuerte a alcohol. «En ningún momento me dijo que no me entendía», ha explicado, en alusión a la declaración de la acusada, quien ha afirmado este martes que no le ofrecieron un intérprete.

Una mujer que se dirigía en coche hacia sa Ràpita por la avenida Miramar ha relatado que vio a un grupo de chicos arrodillados en el carril bici y detuvo el vehículo. La testigo vio a Paula Fornés tendida en el suelo, ensangrentada, y a otra chica herida. En la carretera había restos del Skoda Fabia que conducía la acusada.