Un vehículo de la Policía Nacional, en las inmediaciones de La Salle, el pasado 24 de mayo. | Alejandro Sepúlveda

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El juzgado que investiga el caso de la niña fallecida en La Salle (Palma) por una alergia alimentaria ha imputado a una doctora del 061 que atendió la llamada del colegio. La médica recomendó no inyectar adrenalina a la menor porque supuestamente no presentaba síntomas de una crisis alérgica. Según su versión, era preferible que esperasen a la llegada de una ambulancia. La facultativa declaró el pasado martes en el juzgado de Vía Alemania en calidad de investigada.

Una monitora y una empleada del comedor del centro escolar, que se encontraban en el lugar en el momento del suceso, ya han sido imputadas por estos hechos ocurridos sobre las 14.00 horas del pasado 24 de mayo.

La alumna, de cinco años de edad, se tomó un sándwich de helado sin lactosa, entró en parada cardiorrespiratoria y se desplomó. La silla en la que se sentaba la niña en el comedor tenía una pegatina que informaba de sus problemas alérgicos. Aún así, ingirió el helado.

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Los investigadores de la Policía Nacional siguen a la espera de recibir el informe final sobre el motivo exacto del fallecimiento de la menor para intentar arrojar luz a lo que sucedió aquel fatídico mediodía de mayo.

Los agentes mantienen dos vías de investigación en torno a la muerte de la niña que podrían constituir sendas imprudencias. La principal estriba en qué detonó la posible crisis alérgica que provocó la muerte de la menor y si hubo una negligencia en los alimentos que se le dieron ese día.

Sin embargo, también se intenta aclarar la reacción posterior del centro cuando se descubre que la menor se encuentra en mal estado.

Uno de los extremos que se intenta aclarar es por qué no se puso a la niña una inyección de adrenalina para intentar remontar la crisis que padecía. En todo caso, las investigaciones están pendientes de que se terminen los análisis encargados por los médicos forenses.