Imagen de la acusada, en una de las jornadas del juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Los estudios forenses del cadáver del alemán presuntamente asesinado en Cala Millor en 2016 identificaron heridas causadas por un objeto de filo cortante y serrado en los tejidos de la víctima, así como lesiones derivadas de mordeduras y pelos de animal.

Así lo han indicado los peritos que han declarado este jueves en la cuarta sesión del juicio en Palma a una mujer rusa acusada de matar a su marido cortándole trozos de carne y dándoselo de comer a sus perros.

Los expertos que examinaron los huesos solamente encontraron lesiones indicativas de «fauna carnívora y carroñera», y los estudios químicos detectaron concentraciones de diazepam, compatibles con uso terapéutico, en la sangre de la víctima.

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Para el forense la versión de la acusada «no cuadra»

El médico forense que practicó el levantamiento del cadáver y la autopsia al hombre ha sostenido tajantemente este jueves que la versión de la acusada «no cuadra», entre otros motivos, porque encontraron heridas «incisas» y «demasiado rectas» para ser producidas por un animal, en las que parece que ha intervenido «un cuchillo afilado y de sierra».

«¿Los perros saben manejar un cuchillo? No», así se ha expresado el médico, que ha declarado como perito en la cuarta sesión del juicio. El facultativo ha insistido en que el hombre no pudo abrir la puerta del dormitorio tras ser atacado y ha remarcado la presencia de manchas de «arrastre» en el suelo de la casa.

Durante la exhibición de las fotografías del cadáver y de la escena del crimen, la mujer -que declaró que su esposo fue atacado por su perro- ha comenzado a sollozar sonoramente tapándose la cara con un pañuelo.