Cebo envenenado aprehendido por la Guardia Civil. | GUARDIA CIVIL

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Un padre y su hijo serán juzgados por envenenar milanos y vender marihuana en una finca de Capdepera en 2017. El fiscal pide tres años de cárcel para el primero por un delito contra la fauna y otro contra la salud pública. Para el joven solicita un año y medio de prisión por el segundo delito. Además, reclama una multa de 8.000 euros a cada uno.

El ministerio público indica que el hombre, de 74 años, colocó cebos de tórtola envenenados en su finca. El 30 de junio de 2017, agentes de Medio Ambiente encontraron un milano muerto envenenado con una sustancia denominada Aldicarb. Se trata de un pesticida muy potente cuya venta y uso está prohibido desde 2007 en Europa. Durante el operativo, según recoge el escrito de la Abogacía de la Comunidad Autónoma, hallaron otros cinco cadáveres.

El acusado introdujo esta sustancia en el cadáver de una tórtola que sirvió como cebo para las rapaces. El hombre preparaba cebos envenenados con restos de tórtolas, carne o sobrasada y los colocaba en zonas que sobrevuelan estas aves en peligro de extinción.

Los agentes de Medio Ambiente pusieron los hechos en conocimiento del Seprona de la Guardia Civil, que inició una investigación. Los efectivos, con ayuda de un perro adiestrado, llevaron a cabo una inspección en la finca rural de los dos acusados el 3 de octubre de ese año.

Los guardias civiles localizaron en una caseta de aperos un bote de cristal reutilizado con veneno. En una furgoneta había una bolsa con seis cebos rellenos con veneno. Los agentes también descubrieron una plantación de marihuana compuesta por media docena de plantas a punto de cosechar y casi tres kilos de cogollos.