Catalina Parets, de 41 años, estuvo cinco días ingresada en el hospital de Inca a raíz de las graves lesiones que sufrió en la mano, la muñeca y un dedo. | Alejandro Sepúlveda

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El dueño de un perro de raza pitbull terrier americano y el hombre que lo tenía en su domicilio serán juzgados por el ataque del animal a una mujer en sa Pobla en 2015. La fiscal solicita seis meses de cárcel para cada uno por un delito de lesiones por imprudencia grave y que indemnicen a la víctima con 16.233 euros.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.30 horas del 25 de mayo. El perro se escapó de la vivienda de uno de los acusados, situada en la calle Reina Victoria. El animal atacó a una mujer que se encontraba caminando por la zona. «Salí a pasear a mi perro ‘Dogo' y, de repente, vi que el pitbull se escapaba por la puerta de una planta baja. Se abalanzó hacia nosotros y cogí a mi perrito. No tuve tiempo de más. Me mordió la mano y me la destrozó. Fueron unos segundos eternos», explicó a este diario la víctima, Catalina Parets, de 41 años.

Los gritos de la mujer alertaron a los vecinos, que avisaron a la Policía Local. Algunos testigos indicaron que las lesiones que sufrió fueron «muy profundas». Los agentes acudieron hasta el lugar y auxiliaron a la perjudicada, que fue evacuada al hospital de Inca, donde la operaron de urgencia. La víctima permaneció cinco días hospitalizada. Las heridas tardaron 190 días en curar, según recoge la Fiscalía en su escrito de acusación.

La denunciante contó desde el hospital que el animal estaba en una cochera encerrado. «No son condiciones para tener un perro así. Salió como loco y fue a por nosotros. Todo pasó muy rápido, pero se me hizo eterno. Grité desesperadamente y dos familias vinieron a ayudarme».

Catalina Parets lamentó que ni el propietario del perro ni el hombre que lo tenía en su casa se disculparon jamás. «Tengo un hijo pequeño. Imagínate que sale a pasear a nuestro perrito en mi lugar. ¿Qué habría pasado? Esa bestia puede matar a cualquiera que se cruce en su camino».

Sin seguro

El dueño del pitbull terrier americano carecía de seguro para tener perros de raza peligrosa ni de responsabilidad civil. El animal se encontraba suelto junto a otros canes en la finca en la que estaba al cuidado de uno de los acusados. «Sin ningún tipo de medida de protección ni seguridad para evitar que se escape», indica el ministerio público. Y «sin observancia ni vigilancia alguna por parte del procesado». El juicio contra el propietario del animal agresor y el hombre que lo tenía en su casa, asistidos por los abogados Álvaro Martín Olmos y Toni Tugores Ramis, se celebrará el mes que viene en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania (Palma).