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El rascacielos incendiado el jueves en Dacca, la capital de Bangladesh, donde murieron al menos 25 personas, tenía cinco pisos construidos ilegalmente y carecía de salidas de emergencia, lo que ha llevado a las autoridades a prometer medidas contra los involucrados.

Poco más de un mes después de que un masivo incendio en el casco antiguo de la capital bangladesí arrasase casi por completo siete edificios y causase a su paso unos 70 muertos y 55 heridos, un nuevo fuego se desató este jueves en la Torre FR, de 22 plantas y que alberga decenas de oficinas.

Bangladesh ha estado durante años bajo el escrutinio por sus precarias condiciones en lo que a seguridad industrial se refiere, con pobres instalaciones de bajo costo susceptibles de sufrir incendios y derrumbes.

Y parece que esta vez no ha sido muy diferente.

Abul Kalam Azad, miembro de Rajdhani Unnayan Kartripakkha (RAJUK), el órgano responsable de la planificación y desarrollo en Daca, explicó a Efe que el inmueble contaba con cinco pisos más de los que le permitía su licencia.

«Horizontalmente tampoco dejaron espacio suficiente», afirmó.

En esta línea, el profesor de la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Bangladesh Mehedi Ahmed Ansari explicó a Efe tras inspeccionar las nueve primeras plantas de la torre que ésta no contaba con salidas de emergencia.

«En el edificio encontramos una escalera estrecha para la salida de emergencia, pero con la excepción de una planta no había puerta anexa, de modo que la gente no la pudo utilizar», concluyó el experto, al agregar que «la mayoría» de los pisos tampoco contaban con equipamiento contraincendios.

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Ya en 2012, el departamento de Servicios de Bomberos de Bangladesh contrató a expertos de la Universidad de Ingeniería y Tecnología para inspeccionar las medidas de seguridad para casos de fuego en 53 rascacielos de la ciudad, de los que sólo cuatro -dos hoteles y dos hospitales- cumplían con las normas.

Esto explicaría por qué varias de las víctimas del incendio en la Torre FR perecieron tras saltar o caer del inmueble al tratar de escapar de las llamas, según confirmaron a Efe fuentes hospitalarias.

Uno de ellos es Nirosh Vignarajah, un ciudadano de Sri Lanka que trabajaba como contable en la compañía de transporte de mercancías Scanwell Logistics y cuyo cuerpo no presentaba ninguna quemadura, explicó a Efe un amigo de la víctima, Maimur Ferdous.

«Está claro para nosotros que saltó del edificio tras entrar en pánico», concluyó la fuente.
Así las cosas, el ministro bangladesí de Trabajo Público y Vivienda, S.M. Rezaul Karim, salió a aseverar en rueda de prensa en la capital bangladesí que el fuego fue más que «un accidente causado por negligencia». Fue, en sus palabras, «asesinato».

Por ello, un comité investigador gubernamental realizará pesquisas para determinar si se produjeron irregularidades en la aprobación del plan para la construcción del rascacielos y si alguna parte del inmueble fue más allá de lo aprobado legalmente.

«Si esto ocurrió, cualquiera que estuviese implicado, el desarrollador, el propietario o un funcionario, se harán un informe sobre él. Quien fuera que causó esta tragedia por codicia, tomaremos medidas apropiadas en su contra», advirtió el alto cargo.

De acuerdo con datos de los Servicios de Bomberos de Bangladesh, entre 2004 y 2018 unas 1.970 personas murieron en el país asiático en los 89.923 incendios registrados en ese periodo.

Sólo en lo que va de año, se han producido en la nación tres grandes fuegos con víctimas mortales, el último de ellos el que el 20 de febrero arrasó siete edificios en la zona vieja de la capital y causó 70 fallecidos y decenas de heridos.

Ese mismo mes, otras nueve personas perdieron la vida en un incendio en un barrio de chabolas de Chittagong, en el sur del país.

Al menos 5 muertos y 65 heridos en el incendio de un rascacielos en Dacca