Imagen de los padres de Julen, durante la vigilia que se realizó antes de encontrar el cuerpo sin vida del pequeño. | Reuters

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La vivienda de Totalán (Málaga) donde se encontraban refugiados los padres del pequeño Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el pasado día 13, ha sido escenario este sábado de madrugada de momentos de tensión y gritos al conocer la localización de su cuerpo sin vida.

Minutos antes de hacerse pública oficialmente la localización del cadáver, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres del niño se han escuchado gritos de «¡otra vez no!, ¡otra vez no!», posiblemente en referencia al otro hijo, de 3 años, hermano mayor de Julen, que la pareja perdió hace pocos años.

Diversos informadores que se encontraban en las inmediaciones de la vivienda han tenido que abandonar el lugar precipitadamente, llevados por la fuerte tensión que vivían los padres del niño y las personas que les acompañaban.

Los padres de Julen, que han recibido apoyo psicológico durante el tiempo en que los equipos de rescate han estado buscando a su hijo, han sufrido una fuerte tensión que ha hecho que José Roselló, padre del pequeño, tuviera que ser atendido por los servicios sanitarios la pasada noche debido a un ataque de ansiedad.

Tanatorio

José Roselló y Victoria García, padres de Julen han acudido al tanatorio de la barriada malagueña de El Palo, donde están acompañados de vecinos.

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Los familiares se encuentran en el interior de este recinto, situado junto al cementerio de El Palo, y en el exterior se han reunido decenas de vecinos, así como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien también se ha presentado en este lugar.

El tanatorio está custodiado por agentes de la Policía Nacional y Local que han cortado el carril de acceso al camposanto, así como un carril de la antigua nacional 340, de la avenida Salvador Allende.

Los padres de Julen, rotos de dolor, han ido agradeciendo con abrazos las muestras de cariño que les están dando los vecinos que se acercan a expresarles su pesar.

Medios nacionales e internacionales están apostados en la zona, donde la Policía Local ha puesto unas vallas para que la familia pueda mantener su privacidad.

El grupo de Emergencia Psicosocial del ayuntamiento de Málaga, integrado por psicólogos, ha acudido también al tanatorio, que está situado a decenas de metros de la casa donde vivía el menor con su familia en la zona de viviendas conocida como Las Protegidas.