El acusado, este viernes, en un juzgado de Vía Alemania. | R.S.

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Un hombre ha aceptado este viernes una condena de un año de prisión por abusar de una compañera de trabajo en un restaurante del Port de Pollença en junio de 2017.

El suceso ocurrió en el interior de la cocina del establecimiento. Ambos trabajaban allí. En un momento dado, y tal como recoge el Ministerio Público en su escrito de acusación, el acusado, de origen senegalés, se acercó por la espalda a su víctima y, con ánimo libinidoso, la agarró de la cintura para besarle en la boca y tocarle las nalgas y los pechos por encima de la ropa. Tras la denuncia de la víctima el cocinero estuvo preso dos días.

Como consecuencia de este hecho, la mujer sufrió una crisis de ansiedad que le obligó a darse de baja en el trabajo durante tres meses.

La Fiscalía solicitaba en un primer momento tres años de cárcel por un delito de agresión sexual y lesiones. Finalmente se alcanzó un acuerdo de conformidad, que quedó fijado en un año de presión y seis meses de multa por las lesiones ocasionadas. Asimismo el acusado no podrá acercarse a menos de cincuenta metros de la víctima durante cinco años y tendrá que hacer frente al pago de más de 7.000 euros por la secuelas psicológicas ocasionadas a la fémina.