Seis agentes de la Policía Local de Calvià frente a la playa de Magaluf. | Michel's

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La última operación llevada a cabo por la Policía Local de Calvià culminó con la denuncia a diez masajistas chinas e la intervención de más de 40 kilos de fruta. Tres hombres fueron sosprendidos por los agentes mientras vendían ilegalmente bisutería, gafas de sol y souvenirs en Magaluf.

La policía tuvo que calmar a uno de los sospechosos, que tenía una actitud muy nerviosa. Luego confiscó los objetos. Los vendedores ambulantes y los servicios de masajes realizados por asiáticos siguen estando muy presentes en la zona. No obstante, la policía ha incrementado la vigilancia y el control en el municipio mallorquín durante los meses de julio y agosto.

Droga

La venta ilegal de fruta y falsificaciones de complementos de moda son las actividades más denunciadas por los agentes en Calvià. La policía ha puesto el foco en esta última actividad puesto que, según informa el Consistorio, en ocasiones, los vendedores africanos también se dedican al tráfico de droga.

Por otro lado, los masajistas siguen ejerciendo esta actividad sin licencia a pesar de que los agentes recorran las playas de Magaluf, Santa Ponça y Peguera sobre quads, biciletas y hasta segways.

Varias fuentes policiales comentan que los sospechosos escogen zonas de mucha afluencia para prestar sus servicios. Se esconden entre los turistas e incluso se ocultan bajo las hamacas, toallas o dentro del agua, de donde han tenido que ser rescatados por los servicios de emergencia en alguna que otra ocasión.